Guatemala

Rajoy, orgulloso y feliz en Antigua Guatemala

El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, se mostró hoy feliz y "orgulloso" de estar en Antigua Guatemala, donde recorrió algunos de los lugares más emblemáticos de lo que él mismo denominó como "un país amigo".

Rajoy recorrió este domingo la Antigua Guatemala, Sacatepéquez. (Foto Prensa Libre:Agencia EFE)

Rajoy recorrió este domingo la Antigua Guatemala, Sacatepéquez. (Foto Prensa Libre:Agencia EFE)

La recordada ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala es conocida actualmente como La Antigua Guatemala y fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco el 26 de octubre de 1979.

De referencia turística internacional, esta ciudad, situada a unos 50 kilómetros de la capital del país centroamericano, se caracteriza por albergar edificaciones, templos, iglesias, ermitas, calles empedradas y monumentos en ruinas de arquitectura colonial.

En medio de este paraje único y singular y con un día soleado pero agradable, el presidente del Gobierno español hizo una visita de aproximadamente una hora por las principales calles de La Antigua.

Con una vestimenta informal, compuesta por pantalones vaqueros, camisa y chaqueta, Rajoy, acompañado por el embajador de España en Guatemala, Manuel Lejarreta, el secretario de la Agencia Española de Cooperación, Gonzálo Robles, y el historiador guatemalteco Enrique Verdúo, entre otros, se dejó maravillar por los encantos de la ciudad y su historia.

Admirando la ciudad

Antes de llegar al Centro de Formación de la Cooperación Española, el presidente del Gobierno se detuvo a admirar los puestos de artesanías y se acercó a la Iglesia Convento de Nuestra Señora de la Merced, mientras los “tuktuk” , como se denomina a las mototaxis, circulaban a su alrededor.

En esta basílica, Rajoy saludó al padre José María Delgado Varela, oriundo de Santiago de Compostela, aunque ya lleva casi medio siglo en Guatemala.

Delgado Varela, de 98 años y con una trayectoria muy relevante, obtuvo diversas condecoraciones, como la Orden del Quetzal que concede el gobierno guatemalteco, y ahora convive en este templo construido en el siglo XVI, junto a otros padres españoles y un grupo de seminaristas latinoamericanos.

Rajoy observó con atención el interior de la Iglesia Convento, donde se pueden admirar algunas tallas del Nazareno de gran belleza y valor.

Cercana ya la época de Semana Santa, donde en Antigua se vive con gran fervor y devoción, es el momento idóneo para visitarla, porque ya se empiezan a instalar las grandes alfombras de serrín y vegetales que caracterizan estas celebraciones.

Desde el tejado, Rajoy comprobó las hermosas vistas del volcán de Agua, inactivo desde hace años, aunque el que está a su lado, el de Fuego, estaba cubierto por una neblina suave y no se podía apreciar.

Antes de entrar a la sede de Formación y Cooperación Española, lo que antes era un antiguo Colegio de la Compañía de Jesús compuesto por una Iglesia y un monasterio de los siglos XVII y XVIII, Mariano Rajoy saludó a una compatriota que le gritaba: “soy española, soy española” .

“Déjenla pasar” , dijo el presidente a la seguridad, y con ella conversó unos minutos, durante los cuales la mujer le explicó que residía en el país desde hace años porque su esposo trabaja en él.

Ya en el edificio, el jefe del ejecutivo visitó las áreas de formación y una exposición sobre cooperación española en América Latina en materia de igualdad de género, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

María Eugenia Esquit y Marta Bal Salazar, dos miembros de la institución Mujeres Indígenas Kakchiquel, fueron las encargadas de explicar la muestra al mandatario español.

Esquit y Bal Salazar comentaron que pertenecen a una comunidad lingüística y cultural de uno de los pueblos mayas, que defienden “el valor de la mujer” , y aunque la situación ha mejorado, aprecian, queda mucho camino por andar y mucho trabajo por hacer.

Bal Salazar explicó que, según el calendario de los Mayas, el día de la Mujer se celebra el 12 de mayo y no el ocho de marzo.

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