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Próxima desaparición de 12 partidos políticos en Guatemala evidencia degradación de las fuerzas políticas

Expertos consideran que la razón de ser de los partidos políticos ha venido a declive por estar enfocados a intereses particulares para fines ilícitos.

Conteo de votaciones

Para el inicio del proceso electoral había 30 partidos constituidos. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos)

Para el 2024, 12 partidos políticos tendrán que ser cancelados porque no llegaron a los votos mínimos del 5 por ciento para la elección presidencial, y tampoco consiguieron una curul dentro del Congreso.

Para las elecciones generales del 2023, en cierta etapa del proceso se consolidaron 30 agrupaciones políticas, un número excesivo a criterio de analistas, ya que afirman que los mismos no tienen como objeto el apoyo y beneficio social.

Los partidos políticos que tendrán que ser cancelados, según un listado preliminar que todavía debe de afinar el Tribunal Supremo Electoral (TSE) detalla a 12 agrupaciones políticas, siendo las siguientes:

  1. Partido de Avanzada Nacional (PAN)
  2. Podemos
  3. FCN-Nación
  4. Partido Humanista
  5. Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP)
  6. Prosperidad Ciudadana
  7. Unión Republicana
  8. Partido popular Guatemalteco
  9. Partido Republicano
  10. Partido de Integración Nacional (PIN)
  11. Mi Familia
  12. Poder

Sin considerar aquellas otras agrupaciones que sean objeto de estudio por parte de la auditoria del TSE, o bien investigaciones especiales a cargo del Ministerio Público (MP), estas 12 organizaciones se focalizan exclusivamente por la poca cantidad de votos recibidos en el pasado proceso de elecciones generales del 2023.

Partidos débiles

Para Rubén Hidalgo, director del Instituto Centroamericano en Estudios Políticos (Incep), hay dos fenómenos que motivan la conformación de un partido político.

La primera, un grupo de ciudadanos enfocados en el bien común, que buscan mejoras sociales mediante diálogos y acuerdos, pero existe una segunda vertiente que a decir de Hidalgo es oscura.

“La otra lectura es que se esté dando en el marco de una ambición personal o de un grupo muy reducido, todo con la intención de alcanzar el poder para generarse beneficios diferentes a toda la ciudadanía, y por lo tanto tener beneficios económicos, políticos y sociales”.

Para el experto, en Guatemala tenemos este tipo de fenómenos al hablar de los partidos políticos. “Dado el contexto nacional de Guatemala se me hace que estamos sufriendo de este fenómeno en donde los partidos políticos salen como expresiones muy reducidas, de personas que pretenden alcanzar el poder para alcanzar proyectos personales”.

Un primer paso, asegura, para cambiar la situación es reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos (Leep), para que de esa manera las organizaciones partidarias tengan realmente un sentido social.

“Me parece que la Lepp está lo suficientemente desarrollada, hay buenos filtros para que una organización nazca como partido político entonces el umbral es alto, sin embargo lo que debe de cambiar es la filosofía por la que se crea, y es que debería de responder al bien común para un mejor país”, dijo.

Reforma integral

La descomposición de los partidos políticos se ha venido observando desde las elecciones del 2015, pero para las votaciones de este 2023 el fenómeno se agudizó con una treintena de partidos políticos, según la lectura que tiene Renzo Rosal, analista político independiente.

“Lo que estamos viviendo es un enorme grado de degradación del sistema político, está claro que el sistema se diseñó para que sea multipartidario, para tener múltiples expresiones que representen distintas líneas de pensamiento, pero ese deseo se vino por la borda”, refirió.

El hecho que los partidos políticos tengan un fin económico y no social, asegura es uno de los grandes problemas. “Los partidos se convirtieron en vehículos y dejaron de ser partidos, los partidos son una institución de derecho público que debe de llevar a cabo acciones de formación y capacitación, contar con un ideal”.

La forma en cómo operan estos partidos políticos, dijo Rosal, tienen consecuencias negativas para la democracia de una nación. “Todo esto ocasiona que se fortalezcan fenómenos antidemocráticos y autoritarios, como los hemos visto en este año, se multipliquen y se fortalezcan”.

Detalló que ejemplos claros son los intentos de ciertos grupos por revertir o anular los resultados electorales, mismos que ya se encuentran incluso oficializados.

Tantos partidos políticos nuevos, indica, traen problemas de origen en las agrupaciones que deberían de ser del servicio social. “Con la proliferación de pseudopartidos y esa enorme cantidad de recursos provenientes de fuentes ilícitas que no se pueden calcular, partidos que rompen las reglas, y producto de eso es como tenemos la actual y la siguiente legislatura, es lo que indica que hay grandes pilares de la democracia con los que no cumplimos”

La solución, asegura, requiere de una serie de reformas que trabajen de manera integral, que permitan dar una solución real a la actual negatividad que pesa sobre los partidos políticos.

“Reformar la ley electoral es importante, pero hablo de una reforma al mismo papel y funciones del órgano electoral, el TSE nos dejó claro que necesita más fuerza, también reformas fuertes a la ley orgánica del Congreso y de una reforma política de mayor profundidad”, concluyó.