La decisión la dio a conocer Morales frente a representantes de la sociedad civil que participaron en pláticas y quienes entregaron sus opiniones al gobernante, la mayoría —el 99 por ciento, según el vicepresidente Jafeth Cabrera— iban en la vía de la sanción, y no el veto.
La salvedad de la sanción es que “a la brevedad posible” se traslade al Congreso una nueva iniciativa de ley que contemple lo que se excluyó de lo ahora admitido. Sin embargo, Morales no quiso dar plazo para concretar la nueva propuesta.
Anteriormente, el presidente se había mostrado escéptico sobre las reformas electorales; pues considera que no se incluyeron aspectos del clamor popular, pero que aun así se aprobaron aspectos de fiscalización a los partidos políticos y regulación de la publicidad.
Se tomó en cuenta
El mandatario enumeró lo positivo de las reformas electorales sancionadas, como el voto en el extranjero y la libertad del voto en relación con la residencia, para evitar el acarreo o traslado de votantes.
También mencionó la fiscalización más efectiva de los partidos por parte de la Contraloría General de Cuentas, el fortalecimiento del financiamiento público para esas organizaciones, la regulación de las encuestas electorales y la prohibición a funcionarios para hacer proselitismo en actividades oficiales.
Además, la regulación de la pauta y espacios publicitarios en manos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el efecto del voto nulo y el número fijo de diputados en 160, que antes criticaba por el incremento de dos parlamentarios que eso significa, pero que fue establecido con base en que, si se hace un censo poblacional y se actualiza el número de habitantes, la cantidad de legisladores subiría a casi 200.
Quedó fuera
Morales agregó que las reformas dejaron fuera la ampliación presupuestaria para el TSE. “Por ende, —el TSE— tendrá incapacidad para poder verificar situaciones como los resultados que podría dar si en una elección ganara el voto nulo o —para— la misma realización de las elecciones en el extranjero”, expresó el mandatario.
La democratización interna de los partidos políticos y no fijar límites a la reelección de diputados son otros puntos que el mandatario lamentó que no hubieran sido incluidos.
“También desechó la propuesta de cuotas, paridad y representación de las grandes mayorías: mujeres, jóvenes e indígenas, algo que a mi parecer debe ser retomado con la seriedad del caso, y también dejó fuera el fortalecimiento del empadronamiento automático y, con ello, la modernización del padrón electoral, que seguirá siendo un tema pendiente”, añadió el jefe del Ejecutivo.
Lo que sigue
El gobernante ofreció que a partir de la próxima semana comenzarán las reuniones con los mismos sectores y otros que quieran adherirse para discutir una nueva iniciativa de reformas a la Ley Electoral.
“Creo que va a ser bueno que haya un grupo de representatividad y que no se tome como una iniciativa única del presidente”, explicó.
Taracena satisfecho
A los pocos minutos que el presidente Morales habló, el presidente del Congreso, Mario Taracena, en su cuenta de Twittter publicó. “El presidente Morales dio un paso importante para la democracia del país al sancionar la Ley Electoral”.
“El Congreso ya empezó la discusión de la siguiente generación de reformas. Las propuestas del presidente Jimmy Morales serán bienvenidas”.
“Respetó la Constitución y dio un paso importante para la democracia del país”, aseguró.
“El presidente —Morales— no tiene que condicionar nada. Aplaudimos su inquietud de presentar una nueva propuesta, pero el Congreso ya está trabajando en una nueva generación desde hace varios días. Se discuten la votación uninominal y cuotas”, adelantó Taracena.
Las reformas a la Ley Electoral
- Se legaliza el voto en el extranjero para elegir presidente y vicepresidente.
- El Congreso no tendrá más de 160 diputados. Distritales serán 128 y 32 de listado nacional. Hoy tiene 158.
- El TSE tendrá potestad para fiscalizar los aportes públicos y privados a las organizaciones políticas y se establecen destinos específicos al financiamiento público y privado que reciban los partidos.
- Prohíben la recepción de contribuciones de recursos que provengan de hechos ilícitos.
- Se establecen sanciones que van desde los US$500 hasta los US$250 mil.
- Se limita la publicación de encuestas y establece que el Estado será el encargado de adquirir la pauta en los medios de comunicación.
- Se prohíbe a los partidos políticos contratar más espacios de propaganda en los medios de comunicación, así como utilizar fundaciones, empresas privadas, particulares u organizaciones civiles para el mismo fin.
- Se da validez al voto nulo. Las elecciones deberán repetirse si este es más de la mitad de los válidos. Sin embargo, se repetirá con los mismos candidatos —se pedía que fueran distintos—.
- El 30% de los recursos que reciban los partidos políticos del Estado deberá ser destinado, los primeros tres años, para capacitación de los afiliados. El resto podrá ser utilizado para funcionamiento y el cien por ciento de lo que reciban en año electoral, para proselitismo.