Análisis
Édgar Balsells, jefe del Área Socioeconómica del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), afirmó que le preocupa que todas las instituciones pidan más dinero, pero todo para funcionamiento.
Lea también ? Lucha por la Junta Directiva
“Lo que suena contradictorio es que se recorte al área de inversión. Eso no es aconsejable”, indicó el también exministro de Finanzas Públicas.
Respecto de la deuda, opina que también está mal enfocada. “Si me endeudo para inversión no importaría tanto, porque tiene efecto multiplicador, pero si nos endeudamos para darle bonos a los coroneles, a los sindicatos de educación, sería llorar sangre”, advirtió.
Jonathan Menkos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señaló que este presupuesto tiene una estructura muy similar a los anteriores y que una preocupación adicional a la deuda es la opacidad en algunos rubros en los que se busca tener recursos adicionales.
También le puede interesar ? Votan por candidato fallecido
“Si el presupuesto estuviera bien ejecutado no importaría mucho el nivel de endeudamiento, pero la verdadera preocupación es que son recursos que no estamos seguros ni claros de qué tan estratégicos y transparentes vayan a ser ejecutados”, señaló Menkos.