Política

Prebendas hacen que las facciones en los bloques legislativos no se vuelvan tránsfugas

En el 2016 se reformó la Ley Electoral y de Partidos Políticos y se crearon sanciones para el transfuguismo, una práctica que se había arraigado y modificaba las fuerzas políticas en cada legislatura.

Los beneficios que reciben los diputados ha hecho que estos no puedan renunciar a los bloques, por lo que no pueden hacer nuevas bancadas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los beneficios que reciben los diputados ha hecho que estos no puedan renunciar a los bloques, por lo que no pueden hacer nuevas bancadas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El cambio fue una petición popular que buscaba, principalmente, crear más identidad y empatía política entre los legisladores y sus representantes; sin embargo, cuatro años después la divergencia de los partidos y las agrupaciones por las que fueron electas existe, aunque por la restricción legal, se hace de distinta manera.

“Estas reformas -del 2016- fueron importantes, porque si bien no es que prohíban el transfuguismo, restan incentivos al no poder presidir comisiones de trabajo ni ser parte de la Junta Directiva del Legislativo; lo que buscan es que los diputados sean afines al partido. Su importancia radica en que los partidos y bloques sean más sólidos”, aseguró el politólogo Gabriell Duarte.

La actual Ley Electoral prohíbe que un diputado integre la Junta Directiva o presida una comisión de trabajo si renuncia al partido por el que fue electo. Renunciar a estos privilegios significaría que no tendrían acceso a otras prebendas como más fondos de caja chica o cuotas de poder.

Unidos por conveniencia

En la octava legislatura, en el 2016, se dio la última migración de diputados tránsfugas y el entonces partido oficial Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), que había logrado 11 diputaciones, en cuestión de semanas logró posicionarse como una de las primeras fuerzas en el Legislativo al incorporar a 26 diputados más, la mayoría de Libertad Democrática Renovada y la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

En junio del 2019, la UNE consiguió 52 escaños y se convirtió en la fuerza política más grande en el Congreso, sin embargo, antes de tomar posesión el 14 de enero último, ya se hacían públicas las divisiones del bloque y aunque nominalmente siguen siendo 52 diputados, hay tres grupos distintos.

Las fracciones no se dieron solo en la UNE, actualmente hay rupturas en los bloques Bienestar Nacional (Bien), Victoria, Partido de Avanzada Nacional (PAN), Visión con Valores (Viva) y recientemente el Partido Humanista.

Son los privilegios que consiguen los diputados lo que evita que se declaren independientes o tránsfugas, pero en la práctica, las votaciones no son nominales y esto obliga a revisar las fuerzas legislativas y los cabildeos políticos para impulsar agendas de trabajo de interés particular.

En el caso de la UNE, a 45 días de inaugurar el actual período de sesiones el Tribunal de Honor del partido expulsó a seis diputados, señalados de traición por votar a favor de la planilla con la que Allan Rodríguez, del oficialista Vamos, logró la presidencia del Congreso, en detrimento de las aspiraciones del jefe del bloque, Orlando Blanco que compitió por el puesto.

En el caso del bloque Bien, un grupo de cinco diputados había definido que Evelyn Morataya fuera la jefa de bancada, sin embargo, Fidel Reyes Lee, quien es dueño del partido decidió tomar la jefatura y fue apoyado por otros dos diputados. Al final, Reyes Lee expulsó a los otros cinco parlamentarios que nunca se afiliaron al partido.

La disputa de Bien por la jefatura mantiene hasta la fecha sin presidencia las salas legislativas de Turismo y Legislación, que le corresponden a diputados de ese bloque.

En el partido Victoria los dos diputados que fueron electos por el distrito de Alta Verapaz, Julia Izabel Anshelm-Moller Velásquez y Héctor Manuel Choc Caal se hicieron con la jefatura y subjefatura y desplazaron a los hermanos Juan Carlos y Manuel Rivera Estévez. Al bloque le corresponde la presidencia de la Comisión de Vivienda, donde sigue vacante el puesto.

En el PAN la disputa la tienen Manuel Conde Orellana y Eduardo Zachrisson Castillo con la jefatura y subjefatura y la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores.

La aprobación de las reformas a la Ley de Oenegés también dividió a los Humanistas ya que Edmond Mulet, quien fue su candidato a la presidencia, se desligó de esa agrupación y algunos diputados que mantienen su línea se distanciarán del resto del grupo.

Partidismo de ficción

“Hoy podemos ver el ejemplo de diferencias internas como en la bancada Bien, donde parte de sus diputados han hecho públicas sus discrepancias en quiénes presiden el bloque; o en el bloque humanista, donde las diferencias son por cómo votan por ciertas iniciativas”, dijo Duarte, que ve como vehículos electorales a estos partidos, sin una ideología definida y con mayor tendencia a desaparecer en corto tiempo, por la falta de identidad política.

Hugo Novales, politólogo de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), indicó que las reformas del 2016 hacen más visibles las fracturas internas y hacen más visibles los fraccionamientos en nuevos bloques o la incorporación de diputados a otras bancadas.

El experto manifestó que el Congreso no tiene las normas internas para esa realidad de bancadas fraccionadas, el problema que han tenido para el reconocimiento del jefe de bloque Bien, se convierte en uno de los casos en donde las normas internas del Legislativo no pueden procesar esas diferencias en las que unos están con un jefe y otros con otro jefe.

“Los bloques tienen estas diferencias porque siguen siendo vehículos electorales que agrupan a candidatos a diputados con intereses, valores, propuestas distintas que no están cohesionados a un proyecto político y aparte los partidos a lo interno no tienen claro los mecanismos de toma de decisiones para resolver estas disputas”, explicó Novales.

 

 

 

 

 

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