Los ministros de Educación, Cynthia del Águila y de Economía, Sergio de la Torre, así como el comisionado presidencial para la Competitividad e Inversión, Juan Carlos Paiz, presentaron su renuncia y eran los únicos funcionarios que permanecían al lado de Otto Pérez, desde el día en que tomó posesión del cargo el 14 de enero del 2012.
Además de ellos, Claudia del Águila, viceministra de Inversión y Competitividad; Sigfrido Lee, viceministro a cargo de la Pequeña y Mediana Empresa; María Luisa Flores, viceministra de Comercio Exterior, y Marco Antonio Gutiérrez, viceministro administrativo de Finanzas Públicas, también dimitieron.
Al cierre de esta edición hubo rumores que incluían desde que Otto Pérez habría renunciado, hasta una supuesta negociación para evitar su captura. Ninguna versión fue confirmada.
Decepción por corrupción
En conferencia de prensa, De la Torre dijo que la decisión de renunciar se debió a la acusación que hizo la Cicig y el MP contra el gobernante.
“Nos sentimos decepcionados de estos resultados y consideramos que bajo los principios y valores en que nos hemos mantenido en el puesto, ya no podemos continuar”, subrayó.
Por su parte, la exministra Del Águila declaró: “No es posible continuar siendo parte del Gabinete porque nos sentimos traicionados y decepcionados por los hechos, pero queremos dejar claro que nuestro trabajo fue honesto y no podemos ser miembros del Gobierno bajo estas circunstancias”.
“Estamos en la disposición de ser investigados”, afirmó Del Águila.
Los exfuncionarios negaron haber recibido instrucciones del Cacif para abandonar los puestos y que las dimisiones se debieron a decisiones personales.
Sin embargo, Luis Fernando Chávez, analista político independiente, percibe que la renuncia de los dos ministros y el comisionado se traduce en el rompimiento de la alianza con el sector privado.
“El Cacif fue aliado del Gobierno en los primeros dos años en la generación de políticas, y este sector estaba generando un papel importante. La renuncia de estos personajes es un mensaje claro contra el presidente, de solicitarle la dimisión”, afirmó.
Según la Cicig, el mandatario Pérez Molina y la ex vicepresidenta Roxana Baldetti son los líderes de la estructura denominada La Línea, que desvió recursos de la recaudación y cobró comisiones a empresarios para facilitar el ingreso de mercadería por las aduanas.
Ambos son sospechosos de asociación ilícita, caso especial de defraudación aduanera y cohecho pasivo.
Crece presión
Chávez manifestó que las dimisiones generarán más presión a Pérez Molina para renunciar, y tendrá un impacto en la capacidad de gobernabilidad porque se está quedando sin aliados.
Añadió que la actitud tomada por los funcionarios da más credibilidad al argumento de la mayoría de los ciudadanos, de que renuncie el gobernante.
Ayer, miles de ciudadanos salieron en la jornada 18 a pedir con mayor fuerza que Otto Pérez deje su cargo para ser investigado y celebrar la captura de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, que pasó su primera noche presa.
Por la tarde surgieron rumores sobre la dimisión de otros ministros, como Leonel Rodríguez, de Desarrollo, y Eunice Mendizábal, de Gobernación.
La ministra de Gobernación desmintió en su cuenta de Facebook que había dejado el cargo, asumido luego de la salida —en mayo último— de Mauricio López Bonilla.
Ante la presión de periodistas por obtener información, por la noche se activó la cuenta de Twitter de Pérez Molina que publicó una fotografía de una supuesta reunión con Mendizábal y la procuradora general de la Nación, María Eugenia Villagrán quien ha sido considerada aliada del mandatario.
Solo es el inicio
Analistas políticos consultados por Prensa Libre creen que estas son las primeras señales que llevarán a que el gobernante dimita en los siguientes días, por la presión que se generará, y anticipan que otros funcionarios podrían abandonar sus cargos por el desgaste generado.
“Es es un golpe grande, en el cual se ofrecen las pruebas en contra del presidente y la ex vicepresidenta, de estar involucrados en el caso La Línea. Las renuncias significan que el mandatario se está quedando solo”, refirió Jorge Wong politólogo de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
El experto comentó que este mensaje significa que el propio Gabinete no le está dando el apoyo a Pérez Molina en la actual coyuntura, y podría haber otras dimisiones en las siguientes horas para alejarse de la cúpula de Gobierno.
“Es una inminente renuncia del presidente Pérez Molina, por la posición que pidió el Cacif, el viernes, y los movimientos de los ministros significa que están siguiendo las órdenes”, señaló.
Diana Fernández, analista de la Dirección de Incidencia Pública de la Universidad Rafael Landívar, indicó que las renuncias era algo ya predecible de parte de los funcionarios, por el desgaste del presidente.
Valentín Gramajo, candidato a la Vicepresidencia y miembro del Comité Ejecutivo del Partido Patriota (PP), manifestó que respaldan a Pérez Molina y que un equipo de abogados analiza escenarios.
Rubén Hidalgo, director general de la Fundación Centroamericana de Estudios Políticos, explicó que en cuanto a la comunidad internacional va a estar a la expectativa de lo que pueda ocurrir para mantener la institucionalidad.
“Esta semana va a ser de movimientos fuertes, y más sectores se sumaran para pedir la renuncia del mandatario”, prevé Hidalgo.
