Pérez Molina (2012-2015), en prisión preventiva desde el pasado 3 de septiembre, está acusado de los delitos de asociación ilícita, caso especial de defraudación aduanera y cohecho pasivo.
Según las autoridades, el expresidente, que llegó al Gobierno en 2012 con la promesa de “mano dura” contra la delincuencia, era el líder de la trama junto a su ex vicepresidenta Roxana Baldetti, también en prisión preventiva.
Calderón manifestó que la familia del exmilitar lo visita “a menudo”, tanto su mujer, la maestra Rosa María Leal, como sus nietos y sus dos hijos, Otto, actual alcalde de Mixco, y Lissteh, cuya pareja sentimental, Gustavo Martínez, está en prisión preventiva acusado de otro escándalo de corrupción que salpicó también al exmandatario.
“Siempre están atentos a él”, apostilló el letrado sobre su defendido, recluido en la cárcel militar Mariscal Zavala, a la que fue trasladado recientemente y cuya capacidad asciende a 135 reos.
El próximo 7 de diciembre finaliza el plazo de tres meses que el juez Miguel ngel Gálvez, encargado del proceso, otorgó al Ministerio Público (MP-Fiscalía) para terminar el memorial de investigación.
La fecha de la audiencia para decidir si inicia un juicio en contra del exmandatario está prevista para el 21 de diciembre, y Calderón dijo que “debería” empezar el día establecido, aunque duda de que Gálvez vaya a respetar “sus propios” plazos.
“Tengo cierta duda”, aclaró.
Sobre la investigación de la Fiscalía, Calderón manifestó su deseo de que “no tengan sorpresas”, aunque se mostró convencido de que no hay pruebas en contra de su patrocinado, conocido en tiempos de guerra como el Comandante Tito.
Su vida
De religión católica, con una maestría en política y relaciones internacionales y una carrera militar de más de 30 años, Pérez Molina destacó como combatiente en las fuerzas insurgentes que permanecieron en guerra con el Estado guatemalteco entre 1960 y 1996, pero también como negociador de la paz.
“(Estamos) esperando que el MP no tenga sorpresas” , reiteró enfático Calderón, y adelantó a Acan-Efe que solicitó a la Fiscalía en varias ocasiones detalles de la investigación para ir preparando la defensa, pero como no le han respondido deduce que “no tienen nada” .
El abogado repitió una y otra vez que las acusaciones en contra de Pérez Molina son “un puro pretexto” para mantenerlo en prisión, y afirmó que en la actuación de su defendido “no hay crimen” ni la comisión de ningún tipo de delito.
“Eso solo existe en la retina de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y del fiscal (…). Eso es una payasada de la CICIG, como en la mayoría de sus casos” , abundó.
La CICIG y el MP acusan a Pérez Molina y a su ex vicepresidenta Baldetti de liderar “La Línea” , una red de corrupción que defraudó más de 28,5 millones de quetzales (unos 3,7 millones de dólares) al Estado dentro del ente recaudador de impuestos, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) , en complicidad con otras 49 personas.
Las autoridades calculan que más de 1.500 contenedores con mercancías entraron en el país mediante “La Línea” evadiendo el pago de impuestos.