Salvador Biguria, quien ha presidido la junta electoral del distrito central en proceso electorales pasados, dice que una de las compras que más le despierta preocupación es el equipo tecnológico para la captura, transmisión y oficialización de resultados electorales, ya que con esto se modificaría el modelo que ha funcionado en procesos electorales anteriores.
“Lo que plantea el tribunal ahora es que solo se escaneen las actas en centros de votación, sin que se digiten, y luego esas actas escaneadas en centros únicamente controlados por tribunal, se digiten y se ingresen al sistema de cómputo. Pero ¿qué pasa si viene algún error de cualquier tipo en esas actas? ya no están presentes las juntas receptoras de votos ni los fiscales. La corrección la va hace alguien de la empresa contratada o del tribunal, pero ya no son autoridades electorales designadas y competentes para hacerlo y ya se vuelven decisiones centralizadas, no descentralizadas. Esa es una primera debilidad que se le está generando a sistema por esos cambios”, dijo Biguria.
Los peticionarios acudieron ayer a la secretaría del tribunal para manifestar al pleno de magistrados sus preocupaciones sobre seis eventos que están en marcha en los cuales se busca adquirir infraestructura tecnológica para la identificación biométrica de los votantes en las próximas elecciones, servidores de centros de datos y cómputo para digitalizar los documentos impresos, entre otros.
Entre las organizaciones hay exmagistrados del TSE, abogados, exintegrantes de juntas electorales, académicos y sociedad civil. Todos coinciden en que computarizar los procesos de registro de votos conlleva el riesgo de que los ciudadanos que tradicionalmente integran las juntas electorales pierdan la custodia del voto y esto dificultaría dar garantía de los resultados finales.
“Le tienen que responder a los guatemaltecos que queremos el resguardo del voto tal como se ha hecho en los últimos 30 años. No hay necesidad de venir y cambiarlo porque ha funcionado. Los ciudadanos guatemaltecos son los que cuidan el voto hasta el momento que este se digita”, dijo Pedro Cruz, de la organización Primero Guatemala.
Cruz dijo que es innecesaria la compra del sistema biométrico. Y contrario a lo que ha argumentado el TSE, el adquirir este equipo no implica un salto cualitativo para las elecciones, ya que la forma en cómo se han llevado a cabo los procesos anteriores ha funcionado bien.
“El verdadero salto cualitativo es la forma en cómo los guatemaltecos han cuidado el voto (en elecciones anteriores). La forma en cómo dan su tiempo de forma voluntaria para verificar que todo el proceso se lleve a cabo de manera transparente. No hay necesidad de hacer gastos tan grandes cuando hay una forma que ha dado resultado”, reiteró.
Esta no es la primera vez que las organizaciones manifiestan sus inquietudes. Acudieron al TSE por primera vez el 22 de septiembre para expresar las mismas preocupaciones sobre las compras. En esa ocasión, el TSE desistió de realizar las adquisiciones y anuló los procesos, aunque los volvió a iniciar días después.
Proceso no se verá afectado
Al consultar a la presidenta del TSE, Irma Palencia, sobre estas preocupaciones, respondió que con la adquisición del equipo tecnológico no se variará el proceso de registro y captación de información, sino únicamente la forma ce identificar al votante.
“Lo que vamos a hacer es garantizar la identidad del votante, no tiene que ver con el sistema de votación, ese lo consideramos patrimonio nacional y no lo tocamos desde ningún punto de vista”, expuso.
“Eso es lo único que queremos hacer. Hacen un aspaviento de algo que no ha ocurrido, es un proyecto, es un plan. Estamos muy agradecidos con ellas (con las organizaciones) por preocuparse, reconozco su preocupación, pero también nos encantaría que se pusieran en la postura de quienes están en el tribunal y que no quieren pasar como quien se orilla en una cornisa y solo ve pasar las aguas. Deben saber que el tribunal tiene rezago tan tremendo”, dijo la magistrada.
Compras electorales
A la fecha el TSE ha realizado 132 compras directas de equipo de cómputo y otros bienes e insumos relacionados al proceso electoral 2023 que suman 32 millones 896 mil 818. Entre las últimas se encuentran 12 mil 800 tintes para impresoras a un costo total de Q1 millón 030 mil 400.
Pese a que la Ley de Contrataciones del Estado (LCE) establece que cuando los montos superan los Q900 mil debe hacerse una licitación, el tribunal se ha saltado estos pasos aduciendo que son compras por excepciones que les fueron autorizadas en la Ley de Presupuesto de Ingresos y Egresos 2022.
Organizaciones y observadores electorales aseguran que el TSE tiene que sujetarse a las distintas modalidades de compras que establece la LCE. Estos procesos deben ser modalidades competitivas y las únicas opciones son cotizaciones o licitaciones.