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La propuesta del presidente Alejandro Giammattei contempla emitir bonos del tesoro por Q800 millones, más otros Q700 millones de recursos no utilizados para la pandemia en el 2020 y garantizar así los Q1 mil 500 millones para la compra de vacunas.
“Eso me preocupa un poquito, porque es obviamente más deuda; entonces, ese tema lo tenemos que ver, incluso si hay oportunidad de tomar de otra parte del presupuesto para transferir para la adquisición de las vacunas, puede que ese sea también un movimiento necesario y no endeudarnos demasiado con esos bonos del tesoro”, dijo ayer el diputado Rudy González, de Visión con Valores (Viva).
En la misma línea está la postura de la diputada Évelyn Morataya, del partido Bienestar Nacional (Bien), que demanda que primero se informe al Congreso sobre los préstamos aprobados el año pasado y en qué se gastaron, antes de pensar en más endeudamiento.
“Guatemala ya no soporta más deuda con una recaudación fiscal tan baja. No debe de haber más deuda cuando la población guatemalteca sigue con las mismas necesidades, con los mismos problemas”, dijo Morataya.
El diputado Samuel Pérez, del Movimiento Semilla, también señaló opacidad en los términos en que se plantea comprar las vacunas, además de que emitir bonos del tesoro es un financiamiento muy caro para el Estado. Sin embargo, el voto de la bancada no está decidido hasta que se conozcan más detalles del plan del Ejecutivo, señaló.
“Yo no puedo creer que lo quieran financiar a través de deuda. La segunda parte que preocupa es la opacidad con la que se piensa la negociación directa. No tiene garantías de competencia ni otras garantías de transparencia. También es un gobierno con una legitimidad muy cuestionada como para simplemente confiar en que van a hacer todo sin tener la suspicacia de que será un negocio para una empresa del sector salud”, manifestó Pérez.
Agenda llena
Sobre el Congreso también descansan otros temas de interés nacional y que varios sectores esperan que sean atendidos, además del reajuste del presupuesto para garantizar el funcionamiento del aparato estatal.
Las vacunas y el presupuesto eclipsan el resto de las tareas pendientes, incluidos algunos proyectos para buscar la reactivación económica, reformas a leyes ordinarias y la tardía elección de magistrados para la Corte Suprema de Justicia.
“De inicio van a empezar a discutir el tema del presupuesto, pero a corto plazo tendrán que discutir modificaciones parciales al presupuesto que cobró vigencia el año antepasado; es un tema que va a estar tanto marcando la agenda del Ejecutivo como del Legislativo, y necesariamente va a ser prioritario”, destacó Francisco Quezada, investigador del Centro de Estudios Económicos Nacionales (Cien).
Pero solamente este tema, la readecuación presupuestaria, puede abarcar las sesiones plenarias de varias semanas, y aunque el Congreso cuenta con mayoría en la alianza oficialista, en las últimas sesiones del 2020 les resultó difícil reunir quorum, por lo que se necesitarán acuerdos con la oposición, para no correr riesgos.
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“No solo va a agotar la agenda del Pleno, sino la cantidad de sesiones, la cantidad de pláticas… de todo lo que implica el presupuesto, porque ahí se involucra realmente el motor de la administración pública y hay un pulso muy fuerte de los que quieren tener recursos y a todo nivel. Esto tendrá un cabildeo muy, muy fuerte. El cabildeo del año pasado fue intenso, pero creo que ahora va a ser todavía más”, enfatizó Quezada.
La politóloga Geidy de Mata, directora del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), reconoce que el interés del Congreso está en el presupuesto y la compra de vacunas, porque la pandemia sigue siendo un tema de interés nacional; sin embargo, es importante ordenar los gastos del Estado para no comprometer más recursos.
“Creo que lo fundamental ahorita es racionalizar el gasto, a raíz de la discusión que se generó en su momento con la revisión que tendrá que hacerse del presupuesto (…) Hay temas como la pandemia y las vacunas, que son una prioridad por el tema de salud. Otros gobiernos incluso ya han priorizado la inversión para sus vacunas; esta es una prioridad de salud”, señaló De Mata.
Economía y justicia
Aunque las prioridades para el Congreso parecen ser claras, según Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), el Legislativo tiene otros temas importantes para darles seguimiento.
“Hay una agenda clara que desde varias instituciones internacionales se ha recomendado para el país, tanto del Fondo Monetario Internacional, Cacif, el G-13 y otras entidades sociales. Es importante que focalicen los cambios a las leyes pendientes desde el 2015, como la reforma a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, así como la reforma a la Ley de Servicio Civil y otras de la agenda económica, como la Ley Antitrámites, la Ley de Infraestructura Vial, la reglamentación del Convenio 175 de la OIT y la ley de insolvencias”, explicó.
Para Edie Cux, director de Acción Ciudadana (AC), la alianza oficialista podría aprovechar todo el contexto para entorpecer la renovación de autoridades al Organismo Judicial (OJ).
“La agenda principal se va a centrar, según yo, en la designación de los magistrados de la CSJ. Acá vamos a ver el pulso que se tienen con el propósito de intentar cooptar la Corte de Constitucionalidad, que esa es una agenda clara, una agenda legislativa regresiva, pero es la que consideramos se va a impulsar desde el Congreso”, precisó.
El Congreso retoma el período de sesiones ordinarias el próximo 14 de enero, cuando también reciben el informe del primer año de trabajo del presidente Alejandro Giammattei.