La falta de votos en el pleno impidió que los últimos dos días se consiga avanzar con la aprobación del presupuesto del 2020, lo que varios diputados acreditan al gobierno electo y su demostración de fuerza política en el Legislativo.
Por su parte, Giammattei confirma que se dio la directriz a 25 diputados, que ahora son 80, para que no se apoye la propuesta que se considera desfinanciada y que limita recursos al Ministerio de Gobernación y a la inversión social a cambio de incrementar el dinero de las oenegés.
El lunes 18 de noviembre se preveía que el presupuesto 2020 sería aprobado un día después, incluso, la Comisión de Finanzas apresuró la discusión de enmiendas con el propósito de obtener los votos necesarios en la sesión fijada para ese propósito.
El segundo intento se hizo este miércoles 20 de noviembre, cuando se lograron 80 votos para modificar la agenda de la sesión plenaria para discutir el presupuesto; sin embargo, al momento de aprobarlo en tercera lectura, varios diputados retiraron su voto a favor y solo se obtuvieron 74, lo que no alcanzó para continuar con el proceso.
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La expectativa por la aprobación es negativa para diputados, incluidos quienes están de acuerdo con la propuesta, debido a que se comenzó a mostrar el poder político del presidente electo, Alejandro Giammattei, a través de su ministro de Desarrollo Social designado y actual diputado, Raúl Romero.
La prueba de esa fuerza política es que diputados de la bancada Alianza Ciudadana que votaron a favor de cambiar la agenda no aprobaron la tercera lectura y esto coincidió con conversaciones sostenidas con Romero entre una votación y otra.
73 diputados han votado a favor de aprobar el presupuesto 2020 en tercera lectura. La votación está en curso. Mientras la directiva hace tiempo para llegar a los 80 congresistas tratan de convencer a sus colegas. pic.twitter.com/24xBgHfcS9
— Dulce Rivera (@drivera_gtv) November 20, 2019
Romero no niega estas conversaciones y respondió que lo que se hizo este 20 de noviembre fue fijar la posición de no aprobar el presupuesto propuesto para el próximo año, pues se considera que tienen muchos candados y está desfinanciado.
Romero afirma que sería irresponsable aprobar esta propuesta y que no se hará a menos que se hagan las enmiendas necesarias para transparentarlo.
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Giammattei también dijo a Prensa Libre que a menos que la Comisión de Finanzas del Congreso presente una propuesta de presupuesto acorde a las necesidades del país, este no será aprobado.
“Si la Comisión de Finanzas -del Congreso- quiere sentarse a dialogar sobre un presupuesto acorde a las necesidades del país, me declaro en sesión permanente con todo mi equipo”, afirmó el mandatario electo.
Giammattei reiteró que la propuesta de presupuesto que se discute actualmente es totalmente diferente a la que dictaminó a favor la Comisión de Finanzas y la cual sí estaba apoyada por el gobierno electo, tal como lo aseguro el ministro de Finanzas designado, Álvaro González Ricci.
“Hay un océano de diferencia, son dos cosas distintas, el ministro designado estaba de acuerdo con el dictamen de la Comisión de Finanzas, pero con las enmiendas esto cambió totalmente”, indicó.
Dichas enmiendas elevaron el presupuesto a Q90 mil 92 millones, diferente al plan de gastos dictaminado favorable que era de Q89 mil 773 millones.
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Además, otra modificación otorga Q318 millones para funcionamiento e inversión para el Organismo Judicial, que había reclamado por medio de un comunicado que la reducción de su presupuesto afectaría al sector justicia.
También se modificó el artículo 17, que establecía Q20 millones para el Instituto Nacional de Estadística que se utilizarían en instrumentos de medición de corto plazo; pero con el cambio se destinaron Q8 millones para grupos artísticos, recursos a cargo del Ministerio de Cultura, y otros Q4 millones para la Secretaria de Seguridad Alimentaria y Nutricional, para evitar la mortalidad de la niñez y la desnutrición crónica.
Las enmiendas también fijan una ampliación de Q50 millones al presupuesto del Ministerio de Gobernación, un bolsón de Q300 millones para obras de arrastre de alcaldías y Q109 millones para la Universidad de San Carlos, a través de préstamos.
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Corrupción
Nineth Montenegro, jefa del bloque Encuentro por Guatemala, asegura que hay muchas falencias en la propuesta actual de presupuesto. La primera es por el monto fijado, el cual incrementaría la deuda debido a la baja recaudación fiscal.
Además, la drástica reducción al gasto social y el incremento de 14 mil 300 nuevas plazas ponen en duda el objetivo de ese presupuesto, señala la diputada, por lo que espera que se impruebe y que el nuevo gobierno haga los reacomodos necesarios para trabajar.
Por su parte, el diputado Luis Hernández Azmitia, del Movimiento Reformador, aseguró que muchos quedaron sorprendidos al no obtener los votos suficientes para la aprobación en tercera lectura del presupuesto, pues esto ya se había consensuado.
Otro de los diputados en contra de la propuesta actual es el diputado Oliverio García Rodas, quien aseguró que las enmiendas no se han socializado.
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