En el encuentro virtual de Popp y Brolo “se ratificó el compromiso por continuar fortaleciendo las excelentes relaciones bilaterales en beneficio de ambos países”, puntualizó el Ministerio de Relaciones Exteriores guatemalteco mediante sus canales de comunicación.
Popp fue nominado en mayo pasado para reemplazar a Arreaga en el cargo por el presidente estadounidense, Donald Trump. La designación fue ratificada por el Senado de la nación norteamericana en agosto.
En una fecha no divulgada todavía, el nuevo embajador presentará sus cartas credenciales ante el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei.
El diplomático indicó en una intervención ante el mismo Senado en julio que buscaría elevar la Justicia en Guatemala y además mantener el cumplimiento de la ley.
También se refirió a la posible aplicación cuando se amerite de la Ley Magnitsky, normativa aplicada en casos de corrupción o crímenes contra la humanidad que implica la ‘muerte financiera’ del sindicado por la congelación de sus bienes en EE.UU., además de la prohibición de su ingreso.
Popp se desempeñó hasta febrero pasado en la embajada de Estados Unidos en Brasilia (Brasil) como encargado de Negocios interino de la sede diplomática, un puesto que ocupaba desde 2018.
También cuenta con experiencia por su servicio exterior en Nairobi (Kenia), Colombia, y como director de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del departamento de Estado.
La embajada estadounidense anunció al final de este lunes la llegada de Popp en sus canales de comunicación y destacó que tanto Guatemala como EEUU “continuarán trabajando estrechamente para seguir contribuyendo a la prosperidad, seguridad y gobernanza” del país centroamericano.
Arreaga llegó en 2017, nombrado por Trump, para suplir a Todd Robinson tras el cumplimiento de un período de tres años.
Robinson promovió durante su cargo el trabajo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un ente internacional que entre 2014 y 2017 llevó a prisión a más de 150 personas por corrupción, incluidos funcionarios y empresarios, incluido el expresidente (2012-2015) Otto Pérez Molina.
De acuerdo con organismos internacionales, Guatemala es uno de los 15 países más violentos del planeta y el 59 por ciento de su población vive bajo el umbral de pobrezas, condiciones que provocan que cada año más de 250.000 de sus ciudadanos emigren ilegalmente a EE.UU. en busca de mejores oportunidades de vida. EFE
