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Nicaragua y Guatemala podrían estar en el inicio de una guerra fría diplomática
El presidente, Bernardo Arévalo, reconoce que en el marco internacional sí habrá colaboración con el país vecino; en la práctica, Nicaragua y Guatemala han retirado a sus embajadores.
El presidente Bernardo Arévalo, desde la campaña electoral, mantuvo una posición clara respecto a Nicaragua y el régimen de Daniel Ortega: es un régimen represivo. En consecuencia, en las últimas semanas, distintas acciones han evidenciado un distanciamiento diplomático entre ambos países.
Analistas consultados consideran que las estrategias que el gobierno defina en las próximas semanas son cruciales en la relación con el mundo, y descartan que los acontecimientos recientes con Nicaragua puedan influir en la integración centroamericana.
En los hechos, se consigna el retiro del embajador nicaragüense en el país, Luis Briones, que pocos días antes que Arévalo asumiera el poder fue nombrado embajador en El Salvador, según consignaron medios nicaragüenses. Días después se reportó en redes sociales el cierre de la Embajada de Nicaragua en Guatemala, aunque la cancillería guatemalteca dice desconocer tal extremo.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores no ha recibido a la fecha ninguna notificación o aviso oficial por parte del gobierno nicaragüense sobre el cierre de la Embajada de Nicaragua en Guatemala”, respondieron.
Guatemala, por su parte, removió a su embajador en Nicaragua a inicios de febrero. El gobierno de Giammattei dejó firmado el retiro de Jaime Regalado como el jefe de la misión en Nicaragua. Hasta el momento la Cancillería no ha designado a un nuevo embajador, aunque sí mantiene la misión diplomática en ese país.
“La Embajada de Guatemala en Managua sigue operando con normalidad, y cuenta con funcionarios que se encuentran realizando las labores propias de la misión diplomática”, aseguró la Cancillería.
Se trató de establecer comunicación con la Embajada de Guatemala en Managua para obtener una postura, pero no fue posible. De la misma manera, se buscó contactar a la cancillería nicaragüense, sin éxito.
Fija postura
Bernardo Arévalo fijó en distintas ocasiones su postura respecto al régimen de Ortega. En 2023, en el Foro Centroamericano de Periodismo, realizado en Antigua Guatemala, estando ya electo, se refirió al país centroamericano como una represión sistemática.
“Donde quiera que esté, (vamos) a ser claros que nosotros no aprobamos las políticas represivas que están ejerciendo”, dijo en esa ocasión Arévalo.
Ya en funciones, el canciller Carlos Ramiro Martínez sostuvo la misma postura, explicando que Guatemala se rige por la democracia y que se mantendría una línea de insistir al país vecino que vuelva al cauce democrático.
“Nos regimos por el respeto a los principios de la democracia, del derecho y hay cosas que simplemente no se comparten”, declaró al respecto y añadió que se adhiere a las afirmaciones ya hechas por el presidente.
Por otro lado, el pasado miércoles el ministro de la Defensa, Henry Saenz, recibió al agregado de Defensa de la Embajada de Nicaragua en Guatemala, el coronel Guillermo Guzmán González, para estrechar los lazos de amistad entre los ejércitos, según consignaron en publicaciones oficiales.
Integración centroamericana
Guatemala converge con Nicaragua en los organismos de integración centroamericana. No obstante, antes que Arévalo asumiera realizó una visita a los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), menos a Nicaragua y tampoco fue invitado oficialmente Daniel Ortega a la toma de posesión, como sí se hizo con el resto de presidentes de Centro América.
El exembajador Luis Padilla calificó el cierre de la embajada nicaragüense en Guatemala como “muy extraño”, y se abstuvo de hacer más comentarios debido a que la Cancillería asegura no estar notificada.
Padilla recuerda que la integración centroamericana surgió de la colonia española, que luego evolucionó en la Federación Centroamericana. Ahora en los organismos regionales todos los países miembros colaboran y obtienen beneficios de la misma.
“El proceso de integración trae beneficios a todos los países que ahora no son solo los cinco originales de la época de la Capitanía General, porque se han agregado Panamá, República Dominicana y Belice”, explicó.
Tanto Padilla como el exembajador Luis Fernando Andrade detallaron que los beneficios se centran en el comercio, aranceles, exportaciones e importaciones.
De acuerdo con el Sistema de Estadísticas de comercio de Centroamérica, de la Secretaría de Integración Centroamericana (Sieca), Guatemala es el tercer exportador de productos a los países vecinos y el principal importador de la región.
Los principales productos importados son medicamentos, preparaciones alimenticias, gas, petróleo e hidrocarburos. Y los bienes que más se exportan son medicamentos, productos de panadería, artículos de plástico para envasado y aceite de palma.
"Siempre han habido obstáculos y desafíos, y Guatemala es uno de los países claves de Centroamérica”, explicó Andrade.
Las acciones recientes con Nicaragua no deberían afectar las relaciones en estos organismos, ni se puede pronosticar una salida del país de la integración.
“Se requiere mucho criterio, mucho conocimiento para manejar los desafíos que siempre se van a presentar en una región que tiene diferentes visiones, pero que hay intereses de integrarse”, añadió Andrade.
Además, recalca la importancia de fijar las estrategias principales en la política exterior para tener una guía de cómo se va a relacionar Guatemala con los demás países del mundo.
“Están los principios que guían y sostienen una política, los principios democráticos, las libertades respecto a los derechos humanos. Y están las líneas comerciales, la línea de integración y el manejo diplomático de los problemas”, refirió.