Según consta en las actas del Congreso, el 10 de junio último, 82 legisladores avalaron el decreto 19-2014; 17 votaron en contra y 59 no asistieron.
Entre los sufragios a favor figuran el de Carlos Mejía, de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas. Su correligionario Walter Félix lo hizo en contra.
También votó a favor Amílcar Pop, el único diputado de Winaq, pero este aseguró que solo lo hizo en la redacción final de la normativa y que en la aprobación por artículos se pronunció en contra.
Varios grupos en distintos círculos han manifestado rechazo a la Ley, por considerar que favorecerá a grandes capitales con la apropiación de semillas nativas.
Según Ramiro Batzín, representante de la Mesa Indígena de Cambio Climático, la Ley contraviene garantías constitucionales y atenta contra la soberanía alimentaria, por lo que se unen a la demanda de derogarla toda.
María Vásquez, del Congreso Nacional de Pueblos, Comunidades y Organizaciones Indígenas, afirmó que el rechazo es hacia los parlamentarios, que han aprobado otras leyes lesivas para la población.
Agregó: “La condena es total a todos los diputados, sin excepción alguna. Nuestra condena es para todos, pero ellos —de izquierda— aún más porque tienen una deuda con el pueblo”.
Marielos Fuentes, del grupo Congreso Visible, expuso que la falta de debate de las iniciativas lleva a aprobar leyes sin que los legisladores conozcan el verdadero contenido e implicaciones que tendrán.
“Enhorabuena que haya voluntad de disculparse, pero francamente no es la forma de devolver la confianza y se evidencia la manera en que se legisla en el país. No es positivo que la aprobación de las leyes sean una carrera”, añadió Fuentes.
Justificación
Mejía aseguró que solo apoyó la ampliación presupuestaria por Q550 millones para el Ministerio de Comunicaciones, y fue sorprendido por el contenido e implicaciones semanas después, cuando quedaron en evidencia los alcances.
“Lo más importante es que la Ley se puede derogar, y voy a votar a favor y que se solucione el problema. Hay que reconocer que hubo un error, y si es necesario pedir disculpas, lo hacemos”, resaltó.
Pop indicó que presentó a cambio de su voto una enmienda para reformar los artículos 50 y 51, para evitar que se puedan patentizar las semillas utilizadas por los pueblos originarios, enmienda que, según él, no fue sometida a votación.
El legislador agregó: “Frente a la inminente aprobación de la norma, pedí una negociación como Multipartidaria porque mi sufragio —por sí solo— es irrelevante y la enmienda fue el punto de negociación. Presenté una enmienda que firmaron seis de los jefes de bancadas y fue escondida de mala fe por alguien en la Junta Directiva en el último momento”.
Leonel Lira, diputado de Encuentro por Guatemala, dijo que ese bloque se opuso a la Ley porque había dudas sobre el contenido de esta.
“Se aprueban préstamos, bonos, presupuesto, y el Congreso es el culpable, pero realmente nunca hay una individualización de lo que se hizo a favor o en contra. Entonces esperaríamos que ahora sí suceda”, expresó Lira.
La Unidad Nacional de la Esperanza señaló que el rechazo a la Ley fue evidente en la Comisión de Comercio Exterior porque no se firmó el dictamen. En el pleno, los registros señalan que siete de los 14 diputados de esa sala apoyaron la iniciativa y su aprobación.
Camino recorrido
El decreto 19-2014 ha sido desde su aprobación blanco de críticas y presiones para que sea derogado.
La iniciativa 4013 fue presentada el 9 de marzo del 2009. Tres días después se conoció en el pleno y comenzó su aprobación.
Fue presentada por los diputados Mariano Rayo, Herbert Barragán, Marco Antonio Solares y José Alejandro Arévalo.
El 15 de mayo último, el pleno conoció de nuevo la iniciativa para su tercer debate.
Con el voto de 81 diputados, entre ellos 38 del PP y 21 de Líder, se aprobó la Ley de Obtención de Vegetales por artículos.
El 10 de junio, 82 legisladores aprobaron en redacción final.
Hubo 50 sufragios del PP en esa ocasión.
Todos dio 10 votos; UNE, siete; Gana, tres; PRI, dos; independientes, seis, y uno el PAN, Unionistas, URNG y Winaq.
Urng
Se fundó en 1982, con la integración de las cuatro organizaciones guerrilleras en ese momento. Las bases del partido han definido su ideología política como socialista.
Winaq
Fundado por Rigoberta Menchú en el 2011, el partido se ha definido como indigenista y colocado en el espectro político como izquierda, en alianza en las últimas elecciones con la URNG.