Las municipalidades que ejecutaron estos fondos fueron Guatemala, a través del Fideicomiso de transporte de la Ciudad de
Guatemala, el Fideicomiso de apoyo a la planificación urbana; Fidemixco, para la comuna de Mixco; el Fideicomiso de apoyo a la planificación y desarrollo del municipio de Villa Nueva y el Fideicomiso de apoyo a la planificación urbana y rural del municipio de Santa Catarina Pinula.
Vacío normativo
Para Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), el repunte en el uso de fideicomisos por parte de las municipalidades en el periodo 2012-2014 coincide “con el incumplimiento generalizado de la ley en la época del gobierno de Otto Pérez Molina, cuando se alcanzó el mayor nivel de corrupción”.
El aspecto más controversial, sin embargo, es el uso del artículo 54 de la Ley de Contrataciones, expone Linares, ya que si bien el artículo faculta el uso de fideicomisos también establece que esto se regule en el reglamento de la ley, lo cual no sucede.
“Si se ve el acuerdo gubernativo que crea el Reglamento hay un vacío legal, ya que tampoco esta normado allí” explica Linares.
Los más preocupante para el jurista es que el 97 por ciento de los fondos ejecutados mediante fideicomisos siguieron “procedimientos poco competitivos ad hoc”.
El jurista también señala que hay una evidente relación entre “el desorden”de ese periodo y el empleo de las comunas de esta figura para la ejecución de recursos del Estado.
Advierte además que el descenso se produce abruptamente entre 2015 y 2016 “ante el miedo de tener señalamientos por la presión social o incluso investigaciones del Ministerio Público y la Contraloría General de Cuentas”.
Linares señala además que este temor se perdió el año pasado, reincidiendo en esta práctica y reflejándose en un repunte en 2017.
Caso de Estudio
El economista Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, Icefi, resalta un aspecto de la información analizada: en el periodo 2013-2015 la municipalidad de Mixco, bajo la adminstración de Otto Pérez Leal fue la única que utilizó la modalidad de compra “adquisición directa por ausencia de oferta, Art. 32 LCE”.
Los años posteriores y anteriores este fideicomiso no adjudicó bajo esa modalidad, además todos esos eventos están relacionados con la construcción; en los concursos se requiere que la oferta sea “en papel” y tienen una duración de menos de ocho horas para su recepción.
Al respecto Barrientos destaca un evento en particular, la construcción del Mirador de Mixco en el año 2015, por un monto de Q2 millones 80 mil; el cual solo tuvo un plazo de media hora para la presentación de ofertas.
Al verificar el concurso en Guatecompras, número 4315294, además se pudo comprobar que este fue colocado en la modalidad de “adquisición directa”, luego de que un proceso previo fuera declarado desierto. Además, la recepción de ofertas se hizo únicamente en papel y solo duró media hora abierta.
