La Fiscalía contra la Corrupción acudió al edificio propiedad de Business Center Zabla a realizar una diligencia de inspección ocular y documentación debido a posibles irregularidades. Según el MP, aún se realizan construcciones internas y ya se efectuaron pagos, contrario a lo indicado por las autoridades del Registro la semana pasada.
El contrato fue suscrito por el Renap por USD$5 millones 260 mil, aproximadamente Q41 millones 031 mil, por 35 meses de arrendamiento. En los documentos de la contratación y constitución de la empresa habían algunas irregularidades, según publicó Prensa Libre luego de una investigación periodística.
El contrato en cuestión fue aprobado el 25 de junio pasado y vence hasta el 31 de mayo de 2026, la empresa brindó hasta septiembre como periodo de gracia, por los que no se pagaría renta para que la institución realizara el traslado de oficinas desde la sede actual, ubicada en la calzada Roosevelt.
Todo con el aval de las autoridades del directorio del Renap, quienes son la magistrada del Tribunal Supremo Electoral, Blanca Alfaro, el ministro de gobernación David Napoleón Barrientos y el diputado Édgar Rodríguez. Además, firma el contrato el director ejecutivo del Registro, Rodolfo Arriaga.
Prensa Libre acudió al nuevo edificio la última semana de septiembre y se constató que este aún se encontraba en construcción, los laterales del inmueble estaban siendo finalizados al igual que los detalles externos. La postura del Renap era que el edificio sí estaba en condiciones de habitabilidad cuando fue recibido, sin embargo, necesitaban realizarle modificaciones y por eso seguía en construcción.
“Según la investigación, se generó un contrato de arrendamiento aún cuando la construcción no está finalizada y aún se están realizando construcciones internas; no obstante, ya se efectuaron pagos por parte del Directorio de Renap”, informó este jueves 12 de octubre el MP.
Las autoridades del Registro, aunque evitaron dar declaraciones directas sobre el contrato de arrendamiento en un primer momento, justificaron que el edificio en la calzada Roosevelt se encuentra en condiciones que no son aptas para habitar lo cual es respaldado por un dictamen de la Secretaría Ejecutiva de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.
No respondieron ni aclararon por qué se suscribió un contrato millonario con Zabla, que fue creada e inscrita en el Registro Mercantil (RM) en marzo, a pesar que desde febrero el directorio recibió una propuesta de la empresa para obtener el negocio.
Sobre Zabla
La empresa fue fundada por madre e hija, Reyna Concepción Ventura y Madelyn Andrea Talé Ventura. Esta última firmó el acta constitutiva con su nombre completo 13 días después de haber cumplido la mayoría de edad.
El contrato fue firmado por Santiago Godoy Quezada quien demostró ser el representante legal ante las autoridades del Renap, aunque en el RM no figura ningún cambio al acta donde Ventura es nombrada la representante y administradora única hasta el 2026.
Además, en el portal de Guatecompras además de Godoy Quezada aparece nombrado como representante Julio César Valladares, aunque justificó que desde hace algunos meses ya no era parte de la empresa.
En un comunicado a nombre de Zabla, Godoy refirió que se inició la edificación en 2016 y en 2022 ya estaba en obra gris, además que fue el Renap el que solicitó algunas modificaciones. A pesar que en las actas de las sesiones del directorio como en el contrato las autoridades y la empresa aseguran que este cuenta con las condiciones necesarias y que es habitable para albergar la sede central del Renap.
El número registrado en los registros públicos de la empresa pertenece a la abogada María José Morales, quien fue la notaria en realizar el acta constitutiva de la misma, quien descartó ser parte de la misma y desconocer porqué su celular se encuentra ligado.
El domicilio fiscal es un centro empresarial de la zona 10 del cual no se indica nivel o número de oficina y en el kiosko de información del mismo no se pudo localizar alguna oficina bajo el nombre de la empresa en cuestión.