El presidente Donald Trump, agregó Pompeo, está trabajando para restablecer las condiciones para que podamos mantener al país “seguro y soberano”.
“Eso es lo que está sucediendo en la frontera, estamos utilizando todos los elementos de la capacidad estadounidense para trabajar con los países socios, los países del Triángulo del Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), así como nuestras contrapartes mexicanas para lograr ese fin”, dijo el secretario.
Así, Pompeo subrayó: “Usaremos todas nuestras herramientas, herramientas diplomáticas. Vamos a resolver este problema en la frontera”.
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El secretario también habló sobre el cierre de la frontera sur de Estados Unidos que ordenó Trump, en reclamo a México por los resultados en seguridad fronteriza. En específico, el funcionario respondió por qué en diciembre último elogiaba a México por su cooperación en materia de seguridad fronteriza y ahora el presidente “amenaza” con el cierre de la frontera.
“Basta con mirar las matemáticas. Basta con mirar las matemáticas. ¿Cuántas personas se están cruzando? Esto es una crisis. Necesitamos arreglarlo”, indicó Pompeo.
El anuncio del recorte surgió el 29 de marzo. Trump instruyó al Departamento de Estado, que a su vez informó al respecto al Congreso, que tiene que avalar la decisión ya que tiene la última palabra en temas presupuestarios.
Un día antes, Trump utilizó Twitter para reclamar a Guatemala, El Salvador y Honduras que no hacen nada para detener la migración indocumentada a Estados Unidos.
“México no está haciendo nada para detener el flujo de migrantes ilegales… Del mismo modo Honduras, Guatemala y El Salvador han tomado nuestro dinero y no hacen nada”, escribió el mandatario.
Incluso, México se ha sumado a la protesta. El 27 de marzo, la secretaria de Seguridad de México, Olga Sánchez Cordero, afirmó que no es solo responsabilidad de su país y EE. UU., sino de los países del Triángulo Norte de Centroamérica detener la migración ilegal.
Mick Mulvaney, jefe de gabinete de la Casa Blanca, ha sido otro alto funcionario que ha salido a defender la decisión de Trump. “Si tenemos que dar cientos de millones de dólares a esos países, tienen que hacer aún más”, dijo el 31 de marzo a CNN.
Sostuvo también que “no es una propuesta insensata” y que el problema de la frontera sur de Estados Unidos “se puede evitar en gran parte impidiendo que la gente entre en México”.
Washington no ha aportado detalles del tijeretazo a la cooperación con el Triángulo Norte.
De acuerdo con la agencia AFP, el Departamento de Estado puso fin a los programas de asistencia al Triángulo del Norte de los dos últimos años, sin precisar cuántos créditos que aún no han sido gastados quedan realmente afectados por la medida. La diplomacia estadounidense tampoco indicó si los recortes afectaban también a las ayudas futuras.
Esta decisión recibió numerosas críticas de quienes estiman que ayudar a estos países es una forma de prevenir precisamente la salida de migrantes.
Mulvaney sentenció que la ayuda de su país “no está funcionando lo suficientemente bien como para ayudarnos a resolver la crisis fronteriza”, que, según cifras oficiales, 200 mil personas cruzaron solo entre febrero y marzo último. “Necesitamos vuestra ayuda. Necesitamos más acción”, demandó a los tres países centroamericanos y a México. “Si no, no tiene ningún sentido que sigamos mandando ayuda”, avisó.
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