La Unidad de Administración Financiera de la cartera reporta, a la misma fecha, que sus gastos han consumido el 33.43% de su presupuesto.
Reducción
La información refleja que el Fondo de Protección Social tenía un presupuesto asignado de Q627 millones 968 mil 168, pero tuvo una reducción de Q126 millones 437 mil 360.
El Ministerio de Desarrollo Social implementó un nuevo programa con el que se pretende incluir a personas de escasos recursos.
Este programa sustituiría a la Bolsa de Alimentos y consiste en la entrega de una tarjeta de débito con Q250 para la compra de productos de la canasta básica.
Las autoridades tomaron la decisión de elaborar un nuevo padrón de usuarios. El de la bolsa era de 238 mil personas.
Este año se han entregado poco más de tres mil tarjetas de débito a los usuarios, pero se espera llegar a 14 mil y el próximo año ampliarlo a 30 mil beneficiarios del programa.
Este fondo trabaja el programa Transferencias Monetarias Condicionadas en Salud y Educación y refleja gasto en solo seis departamentos del país.
En Guatemala es donde más se ha gastado —40.32%—, le sigue Sololá, con 7.12%, y Chiquimula, con 6.26%. Totonicapán, Huehuetenango y Alta Verapaz son los otros tres departamentos con 6.17%, 5.32% y 2.29%, respectivamente.
En el Fondo de Desarrollo Social se trabajan los programas Reconstrucción N7, con 19.19% de gasto, y Servicios para el Desarrollo Social, con 10.19%.
El programa de reconstrucción se divide en dos, según el Sicoin, el primero se refiere a las escuelas de primaria, que tienen una asignación de Q1 millón 24 mil 441, del cual no se ha ejecutado nada.
El segundo es para la preprimaria, al que no se le asignó presupuesto, pero luego de una modificación financiera quedó con Q265 mil 274. De este último, se ha utilizado el 100% del presupuesto.
Estrategia
Andrea Aldana, defensora del Derecho a la Alimentación de la Procuraduría de los Derechos Humanos, aseguró que mantienen monitoreo en el gasto del Mides, pues es muy bajo.
Según Aldana, la respuesta de la cartera es que la revisión del Registro Único de Beneficiarios ha llevado más tiempo del que pensaban y por eso no hay implementación de ningún programa.
“Vemos comedores cerrados y las transferencias monetarias no se hacen como debe ser”, señaló la defensora.
Aldana espera que el Mides tenga una estrategia para incrementar su gasto en los dos meses que quedan del año.
Respuesta pendiente
El departamento de Comunicación Social del Mides afirmó que enviaría más información. Se adelantaron a señalar que según sus números, la ejecución presupuestaria sería más elevada, pero no se indicó el monto.