Esta semana, el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, junto a su canciller Marcelo Ebrard, presentaron un plan económico que incentivaría la agricultura en áreas de extrema pobreza de Guatemala, donde se registran los mayores índices de migración hacia Estados Unidos.
Estos programas, denominados Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, ya fueron aceptados por los gobiernos de El Salvador y Honduras, como parte de los esfuerzos del Triángulo Norte de Centroamérica para contener la migración.
“En el caso de Guatemala propondremos Malacatán, Guatemala, Tacaná, Coatepeque y Huehuetenango”, anunció el canciller mexicano. Estos son los cinco municipios de donde más migrantes salen hacia México y posteriormente a Estados Unidos, según información presentada.
Ebrard no dijo cuántos empleos ni la cantidad de dinero que recibirían los beneficiarios en Guatemala, ya que aún debe ser socializado y acordado por ambos gobiernos para determinar el número de personas que serán incluidas en los programas.
Tampoco se mencionó la posibilidad de presentarlo al gobierno de Jimmy Morales, sino se dirigió a Giammattei.
Beneficios
En el caso de El Salvador, el programa ya ha avanzado y los municipios de San Miguel, Santa Ana, Soyapango, San Salvador y Ahuachapán son los beneficiarios. En Honduras se incluye a San Pedro Sula, La Ceiba, El progreso y Choluteca.
El programa Sembrando Vida consiste en un aporte económico de US$250 —unos Q1 mil 937— al mes a 20 mil beneficiarios en El Salvador y a 13 mil en Honduras. La ayuda también incluirá la entrega de insumos agrícolas para incentivar la producción de alimentos.
Este programa, de acuerdo a la proyección del gobierno mexicano, generará 20 mil empleos para contrarrestar la cantidad de migrantes salvadoreños retornados desde territorio mexicano, que en lo que va del año suman 14 mil 184.
El segundo programa, Jóvenes Construyendo el Futuro, contempla un apoyo económico de US$180 mensuales —unos Q1,350— para siete mil beneficiarios.
La primera etapa del proyecto durará ocho meses, de agosto del 2019 a marzo del 2020, y su implementación está a cargo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid).
Luego las autoridades mexicanas harán una evaluación de los programas para medir su impacto en la reducción del flujo migratorio y decidirán su continuidad y ampliación.
La iniciativa de México para impulsar estos programas de desarrollo en Centroamérica cuenta con el apoyo económico de 35 países, cinco agencias de cooperación y ocho organismos internacionales.
Conocerá propuesta
El presidente electo, Alejandro Giammattei, en congruencia con las intenciones del gobierno mexicano, informó que se trabaja muy de cerca con ese país para obtener un impacto económico y social positivo.
Giammattei anunció que visitará México y sostendrá una reunión con el presidente López Obrador, donde podría conocer de primera mano los dos programas, además de otros proyectos, principalmente turísticos, que se negocian.
“Voy a visitar México para abordar el desarrollo de la zona fronteriza de Guatemala-México, donde entran esos programas que tan gentilmente el presidente López Obrador está anunciando ya para colaborar con nuestro gobierno”, dijo Giammattei.
El presidente electo explicó que se avanza con la construcción de la línea de tren rápido en Guatemala, que se debería unir con el tren maya de México, lo que significaría hasta 70 mil turistas más cada mes en Petén.
inversión
Proyectos en la Costa Sur
El presidente electo, Alejandro Giammattei, sostuvo varias reuniones ayer en un hotel capitalino, entre ellas destacó una con directivos de la Asociación de Exportadores de Guatemala (Agexport), con la que se planifica convertir el aeropuerto del Puerto San José, Escuintla, en el primero para productos perecederos que opere para el sur de México.
“Nuestra meta es duplicar la exportación de productos no tradicionales en cuatro años e incrementar nuestro producto interno bruto, y eso nos podría generar casi solo eso, un millón de empleos”, aseguró Giammattei.
Según el presidente electo, se debe ampliar unos 300 metros la pista y eso correspondería al Gobierno, mientras que el sector empresarial podría instalar los cuartos fríos y el sistema de carga.
Además, entre los proyectos empresariales también se podría considerar en el mismo aeropuerto, una central de carga de courier para Latinoamérica, para lo cual ya tuvo los primeros acercamientos con la empresa estadounidense United Parcel Service (UPS), dijo Giammattei.
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