Por ejemplo, dice Marroquín, los partidos políticos tienen un límite de gasto en campaña de US$0.50 por empadronados, pero los comités cívicos tienen US$0.10 por los empadronados en el área y tampoco tienen acceso a la propaganda gratis que daría el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El voto nulo vinculante también fue redactado de tal manera en que nunca alcanzará la cantidad de sufragios que se requiere para que este tenga valor.
En cuanto a los espacios publicitarios en los medios de comunicación, la “trampa estaría” en que los candidatos a diputados o alcaldes, pueden ceder el tiempo que tendría para el presidenciable, por lo que un aspirante podría llegar a tener más publicidad que otro que no tenga postulantes para todos los municipios, por ejemplo.
“Este es un dulcito que se le está dando a la población, para tratar de resolver un problema que de fondo no se está solventando”, manifestó Pedro Brol, de MCN.