El informe detalla que existen algunas grietas perpendiculares a la pendiente.
Además, se suma el desconocimiento sobre las condiciones del drenaje del área evaluada y la saturación del suelo, que acentúa el hundimiento del terreno y un probable deslizamiento.
Ante el peligro advertido, las actuales autoridades comenzaron a buscar un nuevo inmueble y levantaron un proceso de cotización en el portal gubernamental Guatecompras.
Nuevo edificio
El 12 de septiembre se creó el evento en el portal gubernamental se esperaban varias ofertas para la reubicación.
El Marn ha requerido unas instalaciones con un mínimo de cinco mil metros cuadrados, sistema de ascensores, 80 parqueos, servicios sanitarios para un mínimo de 450 personas y área de cafetería para unas 80 personas.
El fin es alquilar un nuevo edificio y comenzar a mudarse, alejándose así del área que está en peligro.
Historia de deuda
El edificio en el que actualmente se ubica el Marn es propio, donado por el Banco de Guatemala al Estado en el 2005, durante la administración de Óscar Berger.
El edificio está valuado en Q30 millones 998 mil 301.60 y era propiedad del Banguat, luego de que este se quedara con los activos del Banco Empresarial.
El propietario original era Juan Fernando Bendfeldt Simons, a través del Grupo Pro, inversionista del Banco Empresarial, entidad bancaria liquidada por insolvencia de pagos en el 2001.
El Banco Empresarial comenzó a tener problemas de liquidez luego de que en 1999 otorgó varios préstamos a empresas vinculadas con sus inversionistas, entre ellas el Grupo Pro, por lo que el Banco de Guatemala decidió brindarle asistencia financiera y le inyectó Q200 millones mediante cuatro adelantos de emergencia.
Orden Vigente
A pesar de que Bendfeldt Simons fue ligado a proceso por apropiación y retención indebida, el juzgador le decretó medida sustitutiva, por lo que pudo escapar de la justicia.
En dos casos más fue requerido por estafa, pero ya no volvió a presentarse ante el juez, por lo que tiene orden de aprehensión.
Según el abogado de Bendfeldt Simons, Fernando Linares, su cliente fue víctima de estafa y él solo “intentó salvar a los inversionistas del Grupo Pro con una fusión bancaria”.