Política

Mari Carmen Aponte: “Las políticas de Biden no tienen como objetivo final enriquecerlo o hacerlo más autoritario”

La señora Mari Carmen Aponte, cercana a la candidatura demócrata de Estados Unidos, aceptó dar una entrevista para comentar el tema de las elecciones en Estados Unidos.

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebrarán el martes 3 de noviembre de 2020. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebrarán el martes 3 de noviembre de 2020. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

El contacto se logró gracias al banquero Roberto Argüello y al abogado Raúl Herrera, del bufete Arnold & Porter.

Las opiniones de la entrevistada son valiosas para conocer los criterios demócratas y las posibles relaciones con Guatemala. La siguiente es un resumen de la conversación.

Se habla de polarización en estas elecciones. ¿Qué opina?

Desafortunadamente es lo que se está viendo, pero no es nueva. Con el presidente Trump se ha agudizado y es notable que hay intolerancia. La única forma de resolverlo es a través de conversación y entendimiento. Soy voluntaria en la campaña de Biden y trato entender la intolerancia que pueda haber hacia mí y otros.

¿Cree que esta elección se ganará por votos electorales o por votos ciudadanos?

Los votos electorales son una idea de los padres fundadores, que intentaban limitar el voto popular a uno indirecto y por eso quien gana la mayoría se lleva los votos electorales de cada estado.  Creo que esta vez estarán en armonía el voto popular y los votos electorales.

¿Podría ocurrir que se alegue fraude?

Desafortunadamente, porque se ha mencionado, junto con el voto por correo y con las modalidades de votos tradicionales distintos al de votar el día de las elecciones. Pero hay evidencia sólida de estados como Colorado que han utilizado el voto por correo desde hace 15 años, sin problema.

Tengo mucha fe en el correo, aunque el presidente ha puesto en la junta de directores a personas que pueden estar tratando de que no funcione. Hay gran controversia: los congresistas están pendientes y quieren controlar el dinero para estar seguros de que no hay posibilidad de desacelerar el proceso de los votos. Espero que lo podamos resolver. El presidente y su esposa han utilizado el correo para votar, lo que no es raro y está contemplado en la Ley.

Cuando hay elecciones resurgen las encuestas y se habla de modelos matemáticos. ¿Cuál cree usted que es más confiable? 

Para mí, las encuestas son más confiables, porque en ellas hay una serie de llamadas y récords de esas llamadas, así como focus groups de ciudadanos a quienes que se les pregunta cara a cara, cada hora, cómo ven la elección. Pero todo puede cambiar a última hora. A esto lo llamamos sorpresas de octubre. A la señora Clinton, una carta de jefe del FBI que pidió una información y levantó duda sobre su credibilidad, esa acción le costó las elecciones.

El modelo matemático North Pole da 91% de posibilidades a Biden y predice 176 votos para él y 362 modelos para Trump.

Yo lo veo alto. Favorezco a Biden y creo que las elecciones serán cerradas. El balance son 538, que son los votos electorales, aunque no estoy convencida de que eso va a suceder. Estamos muy temprano y muchas cosas pueden pasar.

Es muy difícil. Estamos en agosto, y yo le apuesto a mi candidato. Admito estar prejuiciada y aunque soy voluntaria, para mí no ha llegado el momento de poner las manos en el fuego.

Mari Carmen Aponte, abogada y diplomática estadounidense conversó con Mario Antonio Sandoval, vicepresidente de Prensa Libre. (Foto Prensa Libre: Captura Zoom)

¿Cómo piensa que EE. UU.  debe actuar en el Triángulo Norte?

Yo tengo una idea clara por haber vivido en El Salvador. EE. UU. debe trabajar con esos países para cambiar las condiciones que motivan a la gente a hacer el viaje hacia el norte sin documentos. Hay que aliviar la pobreza, la violencia y esos son problemas sistémicos. En conjunto con los gobiernos de turno debe trabajar e invertir cantidades de dinero importante en hacer estos remedios.

Biden está hablando de hacerlo, pero ese dinero hay que medirlo y buscar resultados. Ningún gobierno puede cooperar sin conocer antes de donar el dinero, cómo se va a medir y cuáles son las reglas del juego. Hay que hacer lo que sea para aliviar y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, así hay más estabilidad para que haya más progreso y desarrollo económico. Es lo que estamos buscando, y es lo que creo que debe suceder.

En el caso de Guatemala, que el presidente Trump pida que sea un país que albergue ciudadanos de otros países y les de asilo para que no sigan el viaje a EE. UU., no lo veo factible. Son programas que cuestan mucho dinero pues su ejecución es compleja. No tiene sentido casi forzar a los países a ese tipo de acuerdo sin ayudar, sin remediar.  A mi juicio está destinado a fracasar, por lo que yo prefiero trabajar en otras áreas sociales donde vea un futuro que este más claro.

Los sectores económicos locales altos acusan a los demócratas estar muy a la izquierda y les llaman comunistas. ¿Cómo responde?

A mí me tocó de cerca. Antes de llegar a El Salvador se me acusaba de ser comunista de ser de izquierda, ¡Dios mío! Siempre he sido una mujer de centro pues creo que lo que podemos hacer para cambiar esas percepciones y pensamientos es actuar con juicio. Al llegar en el 2010 mucha gente conservadora no me hablaba ni quería verme y cuando me fui eran todos muy amigos míos.

Lo logré demostrando qué creía yo, hablando públicamente. El comunismo no es la contestación, por ser una ideología fracasada. Aquí en EE. UU. no veo cómo puede florecer.  Tengo algunas ideas liberales pero eso no por ello soy comunista y mucho menos estoy contra la prensa libre, la libre difusión o los poderes de los gobiernos.

Las ramas de los gobiernos hay que respetarlas y en El Salvador la primera que gritaba cuando veía un abuso fui yo. No hay forma que un comunista haga eso, porque tiene tendencias autoritarias, y ni yo los demócratas las tienen.  Esas conclusiones hay que destrozarlas sobre la marcha, con inteligencia y sabiduría y siempre extendiendo la mano del diálogo y del entendimiento a los que están escépticos.

¿Por qué creen los demócratas que Biden es mejor que Trump?

Porque las políticas de Biden son más moderadas y de entendimientos, y no tienen como objetivo final enriquecerlo o hacerlo más autoritario. Biden no miente desafortunadamente aquí hay periódicos buenísimos como el Washington Post, que sigue el número de mentiras que hace el presidente Trump y lleva casi 20 mil y pico es una cosa increíble, cada vez que el presidente habla le chequean lo que está diciendo y muchas de las veces no es correcto.

El presidente Trump también tiene un estilo un poco fuerte, falta de suavidad y su estilo es “la forma como yo lo digo o no hay forma”. Eso nunca se había visto en los presidentes como los Bush padre e hijo.  En la vida todo se puede decir, es cómo se dice. Especialmente con la minoría afroamericana ha sido demasiado fuerte y pedirle que voten por él es muy difícil.

¿Qué políticas de Trump van a cambiar si gana Biden?

Las primeras son las de migración.  Biden ha hablado de esto públicamente. No cree en la política en la separación de familias, ni que niños entren en jaulas. También hará procesos para que casi 12 millones de inmigrantes indocumentados que llevan muchísimo tiempo se vayan a regularizar. No se les va a dar la ciudadanía de la noche a la mañana y se harán procesos para que se pongan al día en los impuestos, lo cual llevarán años.

El otro tema bien grande es la salud, los programas de salud en los EE. UU. son bien importante para la mayoría de los votantes, especialmente las cláusulas de condiciones preexistentes bajo lo que algunos llaman Obama Care. Todo eso se cambió y eso se espera que vuelva y el trato a los afroamericanos.  Biden empezará conversaciones internas dentro del mismo país y esas pueden ser positivas y van a ayudar. Los cambios son de estilo, sustancia y liderazgo.

¿Por qué a Kamala Harris se le llama afrodescendiente si tiene sangre de india y del Caribe?

En Estados Unidos el problema racial es grande. Los afroamericanos entienden que lo son si uno de los abuelos de los abuelos era de raza negra.   Hay una gran amplitud de cómo se califica la raza afroamericana, y tiene que ver mucho con identidad. Es obvio que ella se siente que es afroamericana. Un dato interesante es que sus años de formación los estudió en Howard University de Washington, la universidad afroamericana de más prestigio. Luego estudió derecho en California.

Ella siempre se ha referido ella misma como afroamericana, y hay que respetar eso, hay gente que lucen como ella y no se sienten afroamericanos y eso también hay que respetarlo. Tiene empatía con la comunidad afroamericana le ha respondido muy bien.

A ella se la ha calificado de muy directa y hasta ruda. ¿Es una ventaja o no?

Yo creo que por el hecho de ser fémina y no se espera que directa, pero, sin embargo, tiene entrenamiento de abogado y algunos de ellos son mucho más agresivos que otros. Es cuestión de estilo.

Ella podría ascender a presidente. ¿Es cierto que EU no está listo para tener una mujer de presidenta?  ¿Ha habido cambios?

Sí, ha habido. Hilary Clinton ganó las elecciones con el voto popular por tres millones de votos, una cantidad inmensa, pero perdió en el voto electoral. Eso me dice que los norteamericanos están preparados para tener una mujer. Creo que hay mujeres bien calificadas, Kamala Harris es una de ellas y ya es hora. Las mujeres tienen otro estilo. No deben probar lo absolutamente fuertes que son y creo que eso es muy atractivo.

¿Algunas palabras finales?

Agradezco la oportunidad de dirigirme al pueblo guatemalteco, que ha sufrido pero tiene la posibilidad de ayudarse a sí mismo. Hay que respetar a todas las partes del pueblo, los que no hablan español sino dialectos. Los americanos tenemos también el problema de desigualdad, y espero que Estados Unidos apoye y trabaje con Guatemala y sea tan buen amigo como Guatemala lo ha sido para Estados Unidos.