Los maestros reclaman la homologación del pacto colectivo con mejoras ofrecidas por el gobierno actual y que compromete Q961 millones del Presupuesto, de los cuales, al menos Q349.8 millones no tienen un financiamiento claro.
En mayo último, un estudio elaborado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales concluyó en que el Estado no podrá sufragar con la recaudación tributaria el incremento salarial contemplado en el pacto colectivo firmado con el STEG.
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Según el plan del Ejecutivo, el Pacto sería financiado con el excedente de recaudación tributaria que se esperaba para este año. No obstante, para darle viabilidad, ese organismo solicitó al Congreso una ampliación presupuestaria para el Ministerio de Educación para cubrir el costo total del incremento salarial para los maestros, por Q961 millones 755 mil 970.
Para presionar por la atención a sus exigencias, el magisterio llevó a cabo un paro en abríl último que se extendió por unos 21 días y que se calcula que afectó a más de un millón de escolares en todo el país.
Joviel Acevedo, líder magisterial, comentó entonces que se necesitaban al menos Q961 millones para que el gobierno del presidente Jimmy Morales cumpla el pacto colectivo de condiciones de trabajo.
Este incluye un aumento salarial del 5 por ciento anual durante tres años consecutivos, y un bono por Q2 mil 500 al año para los educadores.
Además, un bono de Q500 anuales para los maestros con título universitario.
En la protesta de este miércoles es incierta la participación de Acevedo, quien este lunes se vio implicado en un accidente de tránsito en La Tinta, Alta Verapaz, donde arrolló a un ciclista.
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Acevedo y su sindicato han protagonizan desde hace 20 años una serie de protestas, con las cuales se ha ganado críticas de varios sectores. Incluso el propio líder magisterial se ha visto enrededado en escándalos.
Los últimos pactos colectivos que el STEG ha establecido con el Ministerio de Educación (Mineduc) se han debido a que Acevedo, es “tramposo”, según se definió él mismo en frebrero último durante la firma de los acuerdos de condiciones de trabajo logrados para el magisterio nacional.
“Prefiero ser un tramposo y no corrupto”, dijo entonces Acevedo, en referencia a que los varios acuerdos laborales fueron negociados por medio de un abogado, a quien no le pagaron honorarios, lo que derivó en una demanda contra el STEG que le costó Q312 a cada maestro afiliado.
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