El funcionario tuvo que caminar entre una valla de agentes de la Policía Nacional Civil que intentó resguardarlo, pero no pudieron evitar que los estudiantes, algunos con capuchas y otros cubriéndose el rostro con pañuelos, le gritaran insultos subidos de tono y le lanzaran botellas plásticas y agua.
Conforme el ministro avanzaba, los ánimos se caldeaban, y Soto no tuvo opción que refugiarse en uno de los negocios cercanos: una cafetería. Los elementos de la PNC impidieron el paso de los manifestantes, pero en el interior, personas descontentas con la gestión del funcionario vocíferaron consignas en contra de la corrupción, también le gritaron: “!Fuera corrupto!”.
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La seguridad que acompañaba al ministro intentó sacarlo por una puerta que da a la 9a. avenida, pero los estudiantes se percataron del intento y nuevamente lo acorralaron. Soto se escondió en otro negocio. Esta vez en una zapatería, donde la propietaria atendía a un cliente, que al ver el tumulto salió corriendo.
El ministro se atrincheró en el lugar. Una puerta de vidrio evitó que las estudiantes ingresaran, aún así, se les escuchó gritar: “Renuncie”, “corrupto”. Desde afuera se podía observar al funcionario sentado en uno de los sillones donde los clientes suelen probarse los zapatos.
El escape
“Están bravos”, dijo sobre los manifestantes. “No hay que ser agresivos con la gente”, señaló. Nervioso, pálido y con el rostro desencajado, el funcionario esperó poco más de 30 minutos hasta que un grupo de agentes de la PNC se animó a sacarlo del lugar. Hicieron valla hasta la puerta del vehículo gris que lo sacaría de allí.
Al ver movimiento en la entrada de la zapatería, los manifestantes, que en ningún momento dejaron de exigir y reclamar por la precariedad del servicio de Salud Pública, volvieron a frenar el paso de Soto, que entre empujones logró subirse al auto.
Botellas de agua y piedras impactaron en el automóvil que intentaba huir. El saldo fue un vidrio y las luces delanteras del vehículo rotas.
Para detener el paso del ministro, uno de los estudiantes se subió al bumper y se aferró por un recorrido de dos cuadras.
A través de un comunicado, la cartera de Salud rechazó los actos contra Soto. “Se rechaza cualquier acto de violencia instado por personas que alteren el orden público en contra de las personas que están trabajando por mejorar el sistema de salud del país”, expresa el documento.
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