Finalmente, el TSE comenzó el proceso para cancelar otros tres partidos, entre ellos Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), por inconsistencias en informes de auditoría.
Partidos débiles
La magistrada del TSE María Eugenia Mijangos indicó que son varias las debilidades detectadas en el sistema de partidos políticos.
Estos, estimó, no están bien organizados, las finanzas no las llevan en la forma adecuada y no mantienen un trabajo constante, ya que solo se activan cuando se acerca el proceso electoral.
“No se mantienen en la discusión de los problemas nacionales como una voz con autoridad analítica que se pronuncie, sino que todo lo que hacen es a través de su actividad parlamentaria. Tampoco hacen un esfuerzo para aumentar su membresía, la mayoría no tiene una escuela donde estén capacitando a nuevos líderes y, sobre todo, están mal en aspectos de democracia interna”, explicó.
La magistrada agregó que el TSE no contaba con herramientas para fiscalizar a los partidos.
“Estas reformas son buenas y vinieron a fortalecer al Tribunal porque estaba débil en controles y también en el papel para formar a los partidos y trabajar con ellos”, expuso.
El politólogo de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes) José Carlos Sanabria manifestó que las reformas electorales del 2016 tienen más peso, pues amplían ámbitos de acción del TSE y dan más controles para el financiamiento que llega a los partidos.
Sanabria considera que debe haber una reforma profunda que produzca una renovación en los partidos, y esta puede ser por medio de la incursión de nuevos actores. “Estos pueden participar en contextos más democráticos y no en contextos donde las decisiones son tomadas por las élites partidarias, por personas que tienen cooptados a los partidos; la otra es que el sistema permita el surgimiento de manera rápida de nuevos partidos políticos, con nuevos liderazgos”, precisó.
Desaparecen
De 19 partidos que participaron en el proceso electoral del 2015, cuatro están cancelados y 15, vigentes, de los cuales tres tienen proceso para cancelación y otros tres, sanciones pecuniarias.
Ahora hay 24 organizaciones inscritas en el TSE, de las cuales tres están suspendidas. Ocho comités buscan convertirse en partidos.
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José Carlos Sanabria, politólogo de Asíes
Muestra la fragilidad y la crisis institucional que tiene el sistema de partidos políticos, y lo que refleja son las prácticas poco transparentes y discrecionales que en algunos casos transgredían la ley y lo hacían para poder financiar sus campañas. Va desde patrocinar campañas “de tierra” como las de medios de comunicación.
El problema en muchos de los casos es que este tipo de financiamiento es perverso y está vinculado con la corrupción desde el momento en que los financistas influyen en las decisiones de los partidos políticos. Como teníamos un sistema poco transparente y muy difícil de fiscalizar en ámbitos formales, esto generaba condiciones propicias para que a los partidos llegaran recursos millonarios sin conocer el origen.
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José Dávila, analista político independiente
La falta de democracia interna y la opacidad en el manejo de los recursos públicos y privados para la campaña política está, en cierto sentido, golpeando a los partidos políticos tradicionales y políticos tradicionales.
Es una situación que obliga a los partidos a replantear cuadros, a renovar proyectos, pero veo que no lo están haciendo.
Se está muriendo lo viejo, pero no está naciendo algo nuevo. Veo que el sistema político de una manera u otra es golpeado; sin embargo, está el riesgo de un vacío de liderazgo de políticos nacionales porque no se perfilan nuevas personas, y en vez de buscar cómo hacer esa renovación y ese replanteamiento de sus proyectos de país, sencillamente insisten en el mismo modelo, y eso es lo que les afecta.
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Rubén Hidalgo, analista y director del Incep
Es de preocuparse por el estado del sistema de partidos políticos. En el corto plazo se ve el debilitamiento de los partidos porque hay mucha crítica hacia los mismos, por diferentes circunstancias, por lo que necesitamos indudablemente un sistema fuerte, y esa es una tarea que se estaría por construir.
La constitución de los partidos como entidades de derecho público, que se han articulado a un cacique o caudillo, genera un daño a la institución partidaria, y lo otro que genera un gran daño es que no hay materia prima, no hay ciudadanía.
Me parece que ya una buena cuota de normas que fortalecen al TSE y obligan a los partidos a ser más transparentes se dio, pero faltan buenos ciudadanos que apoyen en hacer gestión pública.
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Jahir Dabroy, politólogo de la Usac
Vamos a una reconfiguración del sistema político guatemalteco.
Creo que a la mayor parte de partidos políticos no los veremos en el próximo proceso electoral por X o Y motivo. Considero que en su momento teníamos los partidos que el sistema permitía tener, pero difiero un poco en cuanto a considerar que los partidos políticos pueden democratizarse.
Pero vemos que hay una necesidad de contar con nuevos partidos que trasciendan a los vehículos electorales que nos gobernaron en distintos momentos, en al menos 20 años.
A partir del gobierno de Jorge Serrano Elías surgen los partidos “atrápalo todo”, que no tienen necesidad de definir una ideología y que no tienen permanencia en el tiempo, y todo eso se viene abajo.