Su victoria consolida un vuelco que los países de Latinoamérica han hecho hacia la izquierda en los últimos cuatro años, que empezó en 2018 en México, continuó en Argentina, Bolivia, Perú, y más recientemente en Honduras, Chile y Colombia.
Algunos analistas han expresado sus inquietudes por la forma como Lula da Silva, en el pasado, ha simpatizado por gobiernos calificados de autoritarios en la región, como el de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
De hecho, una de las principales figuras del chavismo en Venezuela, Diosdado Cabello, celebró los resultados de las elecciones en Brasil y dijo que la llegada de Lula allana el camino para una mejor relación entre ambos países, que había resultado fracturada por las políticas impulsadas por Bolsonaro.
Asimismo, tres funcionarios de la administración de Daniel Ortega fueron invitados al cierre de campaña de Lula da Silva que se celebró el sábado del fin de semana de las elecciones en Sao Paulo.
Un día después de los comicios, Ortega aplaudió el ajustado triunfo de Lula da Silva. “Con gran alegría celebramos su merecida victoria, rogando a Dios les de salud, fortaleza y mucho cariño para construir juntos y animados el futuro de su gran país”, dijo el gobernante sandinista en una carta enviada al mandatario electo de Brasil.
Futuro
Si bien es una incógnita cómo manejará la política exterior el gobierno de Lula, hay quienes no olvidan la cercanía que tuvo con los gobiernos de Venezuela y Cuba o las muestras de solidaridad que recibió de Ortega en el año y medio que estuvo en prisión, señalado de corrupción, aunque la sentencia fue anulada por la justicia brasileña.
Muchos presidentes se congratularon con Lula tras su victoria del domingo pasado, entre ellos el de EE. UU., Joe Biden, quien lo felicitó y dijo esperar continuar el trabajo juntos “para continuar la cooperación de los dos países en los próximos meses y años”.
Por su lado, el mandatario guatemalteco Alejandro Giammattei felicitó al pueblo brasileño por el proceso electoral que “ratifica su compromiso con la democracia en la región”, y a diferencia de muchos, no mencionó a Lula.
Guatemala, junto con gobiernos como el Ecuador, Paraguay y Uruguay son de los pocos de derecha que se ven en el mapa político de Latinoamérica que tendrán que acoplarse a los impactos que tendrá la elección del gobernante brasileño de izquierda.
Repercusiones
“El impacto de la elección de Lula será en toda la región, no solo por lo que Brasil representa, sino por los efectos que pueden causar todos los gobiernos de izquierda sumados”, aseveró el analista político Álvaro Pop.
De esa forma, vaticina dinámicas de comunicación distintas con movimientos sociales o con aquellos que tienen que ver con el cambio climático. A diferencia de Bolsonaro, Lula se identifica con las causas ambientales y con la lucha en contra de ese fenómeno global.
Además, los organismos financieros internacionales podrían hacer análisis distintos de sus mecanismos de financiamiento, dice Pop.
A nivel político, añade, los diálogos en las cumbres podrían tener una lógica distinta, así como las resoluciones y declaraciones que se generen de estos encuentros.
Pop, incluso, no descarta que los resultados puedan tener alguna influencia de las elecciones de Guatemala del próximo año. Muchas veces el hartazgo es tal que solo hace falta un detonante para que ocurra un cambio de esa naturaleza, considera.
“En política cualquier cosa puede suceder. Uno como analista político no puede ver un detonante, pero puede ser una muerte o una elección ajena la que detone cosas en la mente de la gente que va a votar”, señaló el analista, aunque aclara que hoy en día las condiciones en el país se pintan “de una derecha tipo Nicaragua”.
No obstante, hay especialistas que ven poco probable que haya repercusiones de ese tipo en Guatemala. La ideología es un factor que “suena lejano” para los guatemaltecos al momento de elegir a sus autoridades, precisó Aldo Bonilla, internacionalista y catedrático universitario.
A su juicio, el voto brasileño refleja “democracia y ninguna inclinación”, y lo reñido de los resultados muestra que el pueblo de Brasil “tiene una misma aceptación por ambos estilos de gobernar” y que “no están viendo ideologías, y mandan un mensaje que juega contra esa contraposición”.
Para Daphne Posadas, licenciada en Relaciones Internacionales, “Brasil atraviesa un complejo periodo” y la victoria de Lula es un ejemplo del deterioro institucional democrático en Latinoamérica que hace que los ciudadanos se vean obligados a elegir al “menos peor”.
Muchos, enfatizó, recuerdan la bonanza económica durante la presidencia de Lula, pero olvidan los “crímenes de corrupción” que lo llevaron a prisión.
Añadió que temas sensibles, como la corrupción, inseguridad, justicia y economía fueron cruciales en la elección brasileña, como ha ocurrido en otros países del continente, por lo cual “es probable que en Guatemala veamos un escenario similar con propuestas populistas, sin agenda ideológica y ultra personalistas”.
Izquierda distinta
El analista Álvaro Pop considera que la coyuntura mundial es muy distinta a la que había en la última ola de regímenes de izquierda en Latinoamérica, que vio nacer a gobiernos como el de Hugo Chávez o Cristina Fernandez.
“Los gobiernos de izquierda de hoy hablan de pactos fiscales, negocian con los mercados y con grandes empresarios”, añadió el politólogo. “Las perspectivas para los próximos 10 años van a ser de transformación de las instituciones y tendencias políticas con movimientos sociales que se volverán más exigentes”, precisó.
Por restó importancia a las muestras de complacencia tras la elección de Lula que ha habido en gobiernos tildados de dictatoriales. “Miguel Díaz-Canel en Cuba, Ortega, en Nicaragua, y Maduro, en Venezuela, están bailando desde la izquierda, pero con las características de dictaduras. Ahí, independientemente de quiénes queden en la región, el mundo ya ha asumido un posicionamiento alrededor de ellos”.
Felicitamos al pueblo brasileño, que luego de participar en el proceso electoral ratifica su compromiso con la democracia en la región. Desde Guatemala le deseamos una exitosa gestión al nuevo gobierno. 🇬🇹🤝🇧🇷
— Alejandro Giammattei (@DrGiammattei) October 30, 2022
No obstante, lamentó que las sanciones económicas con las que se pretende sancionar a estos gobiernos terminan por golpear a los más pobres, mientras estos regímenes siguen posicionándose.
Al hablar de la tendencia hacia la izquierda de Latinoamérica, explicó que son parte de “los ciclos de la historia” en la cual “hay momentos de crisis en los cuales las sociedades están esperando una posibilidad sustantiva de cambio y eso los hace adoptar ciertas inclinaciones que se vuelven tendencia”.
En cuanto a cómo puede ser recibida la victoria de Lula por gobierno señalados de autoritarismo, indicó que Nicaragua o Venezuela “van a usar sus herramientas propagandísticas para reforzar sus dictaduras” en base a un discurso que intenta hacer ver a EE UU. como el “imperio dañino”.
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