“No es una posición negativa en no querer abrir Magisterio; la idea es que se ha deteriorado mucho la formación de los estudiantes y la calidad de la educación a partir de la masificación que hubo de las escuelas Normales”, dijo López.
La CC no tiene plazo para resolver, lo que significa que mientras no lo haga, el Mineduc no inscribirá ningún estudiante ni para Bachillerato en Educación ni para Magisterio.
López agregó: “que quede muy claro, ellos —los diputados— presentaron un recurso en contra de los acuerdos que daban vida al bachillerato, el que está en discusión. Si al final abro el Magisterio, pero sigue el Bachillerato necesitaré maestros para los dos grupos y no tenemos los recursos”.
El ministro justificó que no puede abrir los códigos para el Magisterio “si se tiene en un impasse el Bachillerato”, porque “aunque digan que no tiene nada que ver, real y funcionalmente sí”.
Criterios divididos
Orlando Blanco, jefe de la bancada Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), afirmó que ven que el ministro evade la habilitación del Magisterio.
“Básicamente porque está abrazando un discurso de querer deslegitimar al Magisterio como una opción en el marco de la formación educativa eficiente, contra un Bachillerato que supuestamente si responde a estas situaciones”, afirmó el legislador.
López sostiene que la situación es más compleja porque se debe esperar la sentencia final y “para abrir los códigos de Magisterio serán los mismos profesores —del Bachillerato— los que se contraten”.
Blanco, por el contrario, afirmó que creen que sí es viable tener las dos carreras vigentes.
“Ambas deben ser abiertas y revisadas en su estructuración y de la misma forma entendemos que la profesionalización universitaria es indispensable para mejorar la calidad educativa, pero creemos que es un discurso falaz tratar de interponer una carrera a la otra, esta situación no abona al país”, dijo Blanco.
La Cámara Guatemalteca de Educación, en representación de los colegios, asegura que no está claro por qué el Ministerio no acata la orden del amparo que ya otorgó la CSJ y habilita la carrera.
Según Rafael Arriaga, presidente de la Cámara, desde el Ministerio se “distorsiona” el problema; porque ni la Cámara, ni las escuelas Normales se oponen a actualizar el Magisterio.
Arriaga explicó que no se oponen a que el Magisterio siga junto al Bachillerato, “pero nadie ha dicho que el Ministerio tiene el derecho a decidir qué estudien los jóvenes, sino al contrario, la Constitución dice que son los padres los que tienen ese derecho”, puntualizó.