Este cambio de versiones también deja ver que el tono del discurso ha bajado.
“Afinar el acuerdo”
Desde la crisis desatada el 27 de agosto, cuando el presidente Jimmy Morales declaró no grato al jefe de la Cicig, Iván Velásquez, e intentó expulsarlo, el Ejecutivo se ha mostrado intranquilo por las investigaciones del jurista colombiano.
El 19 de septiembre último, Morales dijo por primera vez que se buscaría revisar el acuerdo, durante su discurso en la Asamblea General de la ONU.
Nuestro gobierno está comprometido plenamente en la lucha contra la corrupción y la impunidad, por esa razón hemos iniciado el proceso de revisión de la interpretación y correcta aplicación del acuerdo de Cicig, para que podamos perfeccionar, afinar y correctamente aplicar el cometido de la Comisión.
“Hemos iniciado el proceso de revisión de la interpretación y correcta aplicación del acuerdo de la Cicig, para que podamos perfeccionar, afinar y correctamente aplicar el cometido de la Comisión”, aseguró.
Las palabras de Morales generaron dudas sobre cuál era su objetivo con “perfeccionar y afinar” el acuerdo. Para muchos suponía cambiar el mandato.
La versión del presidente se mantuvo el 25 de septiembre, por medio de su vocero, Heinz Hiemann. “Se está revisando el cien por ciento de este acuerdo, precisamente para estimar que de aquí en adelante se respete estrictamente ese marco en el cual fue suscrito ese acuerdo”, dijo.
Agregó que la revisión estaba a cargo de técnicos en materia de relaciones internacionales y juristas. En ese contexto, la Oficina de Prensa de la Cicig informó que no comentaría al respecto.
De revisión al análisis
Dos días después de las declaraciones del vocero presidencial, la canciller Sandra Jovel negó que se tratara de una revisión, como lo había dicho el gobernante.
“Lo que se está haciendo es un análisis, un estudio del acuerdo como tal, no estamos haciendo ninguna revisión, no le estamos quitando ningún punto, ninguna coma al acuerdo, es algo que se está manejando a nivel diplomático”, aseguró.
“Lo que se busca es que se cumpla el mandato como tal, que se cumpla el acuerdo tal cual lo dice el documento, y si ahí dice cuáles son las funciones que tienen que tener los funcionarios”, añadió entonces Jovel.
Con base en lo afirmado por Morales y su vocero, en cuanto a que expertos en relaciones internacionales y juristas revisaban el acuerdo, Prensa Libre entregó una solicitud de acceso a la información al Ministerio de Relaciones Exteriores, para conocer quiénes eran esos técnicos.
El 11 de octubre, la Unidad de Información Pública pidió prórroga de 10 días y la respuesta final se obtuvo el 24 de ese mes.
“Hágase saber al solicitante que en los archivos de este Ministerio no existe información sobre un grupo de expertos en relaciones internacionales… que esté encargado del tema objeto de su consulta”, respondió la Cancillería.
Reitera el análisis
Jovel reiteró el 25 de octubre, al salir de una reunión en el Congreso, que se hacía un análisis del acuerdo de la Cicig.
“Realmente lo que se está haciendo es evaluar, ni siquiera evaluar, sino analizar la función del acuerdo. No estamos cambiando absolutamente nada, y estamos tomando el tiempo diplomático que consideremos necesario”, afirmó.
Al preguntarle quién hacía el análisis, respondió: “Es un análisis que se está trabajando a nivel del Ministerio de Relaciones Exteriores, incluso se está realizando a otro nivel en la Embajada de Guatemala en Nueva York —donde se encuentra la sede de la ONU— a través de mi persona”.
Sin embargo, el 30 de octubre Jovel dijo: “Estamos en un proceso de diálogo únicamente, y eso llevará un proceso respectivo donde nos tomaremos el tiempo necesario para poder realizar este diálogo de manera clara, concisa, y como se debe llevar a cabo en el marco diplomático. No es un análisis, es un diálogo el que estamos llevando a cabo”.