Morales, cuyo hijo y hermano son actualmente enjuiciados por un caso de corrupción, comparó su situación actual con el asedio republicano al Alcázar de Toledo, cuando el coronel de la Guardia Civil José Moscardó se negó a rendirse y entregó la vida de su hijo, quien murió fusilado (1936).
“Hijo mío saldremos bien, la verdad nos hará libres”, pronunció el presidente en referencia a José Manuel Morales, quien es acusado de un fraude al Registro de la Propiedad, así como el hermano del mandatario, que además es acusado de lavado de dinero.
Jimmy Morales habla durante su presencia en la inauguración de la renovada #PlazaEspaña Video: Esbin García pic.twitter.com/8DtzQDL1qp
— Prensa Libre (@prensa_libre) September 12, 2017
Morales aprovechó para recordar que está en política a pesar de que “familiares y amigos” le habían dicho que no lo hiciera por estar en juego su “nombre, carrera y reputación”.
Dijo que era más fuerte “el compromiso” y que era más fácil señalarlo y criticarlo que “servir” y dar “hasta lo más sagrado por la patria”.
En el evento de este martes, Morales estuvo custodiado por agentes de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS) además de niños y jóvenes estudiantes para evitar contacto con periodistas, que le lanzaban preguntas al aire sobre el rechazo del antejuicio en su contra y las ocho bonificaciones que le ha asignado el Ejército desde enero por Q50 mil al mes.
Morales intentó sin éxito expulsar del país el jefe de la CICIG, a quien el pasado 27 de agosto declaró como “persona non grata” por su “injerencia en asuntos internos”, después de que Velásquez y el MP solicitaran el proceso para desaforar al presidente.
La Corte de Constitucionalidad (CC), la máxima instancia jurídica de Guatemala, frenó la decisión presidencial por considerarla “ilegal”.
Según la denuncia del MP y la CICIG, Morales habría ocultado información sobre al menos Q6.7 millones que recibió el partido Frente Convergencia Nacional (FCN-Nacion) para financiar su campaña electoral.