Una de las posibles soluciones a criterio del Instituto de Ciencias Socio – Humanistas, de la Universidad Rafael Landívar (URL), es la implementación de políticas públicas.
Básicamente un aporte económico gubernamental que llegue a las manos de las familias guatemaltecas y no a las grandes empresas, como se percibe con la aprobación de los últimos subsidios.
Pero el Congreso se ha enfrascado en discusiones populistas que tan solo “parchan” la realidad y que no ayudan a resolver los grandes problemas de fondo, según los analistas.
Aunque existen herramientas que habrían ayudado a que la crisis global no atacara tan fuerte a Guatemala. Se trata de un paquete de reactivación económica que el expresidente del Congreso, Allan Rodríguez, repitió una y otra vez en sus discursos.
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Pese a que fue un tema repetitivo en sus dos años de presidencia la aplanadora legislativa encabezada por Vamos no cumplió con el paquete de reactivación económica, y a la fecha es una promesa pendiente.
A cambio los diputados oficialistas se han encargado en aprobar en 2022 cerca de Q10 mil millones en subsidios, ampliaciones presupuestarias y préstamos, del que la ciudadanía duda sean invertidos para desarrollo por la antesala de las elecciones 2023.
Desde el Congreso los diputados enlistan algunas iniciativas que aseguran son prioritarias, pero como ha sido costumbre con esta legislatura, la decisión depende exclusivamente de la alianza oficialista.
Periodo Clave
Aunque ha sido habitual que el segundo periodo de sesiones ordinarias es el menos productivo del Congreso en un año preelectoral, los congresistas aseguran que se necesita retomar el paquete de reactivación económica.
“Los subsidios por muy bien intencionados que estén nunca llegan a las personas más necesitadas. Lo que tenemos que hacer es empujar las leyes de reactivación económica”, apunta Rodolfo Neutze, diputado de Compromiso Renovación y Orden (Creo).
El parlamentario destaca como prioridad la Ley de Buro de Crédito, la eliminación del Impuesto de Solidaridad (ISO) y aquellas sugerencias que fomenten la reactivación en la rama turística.
Por su parte Samuel Pérez, de Movimiento Semilla, apuesta más por la Ley de Competencia, ya que permitiría mejorar el precio de productos clave para las familias más necesitadas.
“Estamos en una crisis económica que no está teniendo soluciones. Hay que pensar en políticas sociales y económicas para apoyo al comercio, desempleo y a las familias en condiciones de pobreza con transferencias, ahorita lo que se ha hecho es subsidiar utilidades de grandes empresas sin pensar en la gente”.
Será prioridad
Al ser consultado el diputado Juan Francisco Mérida, integrante del bloque Vamos, destacó que pese a los malos antecedentes que han dejado otras legislaturas en periodo preelectoral ellos si se van a enfocar en temas de país.
Asegurando que al momento de retomar el segundo periodo de sesiones ordinarias el paquete de reactivación económica será clave para el parlamento, ya que es algo que la misma coyuntura demanda.
Mérida destacó que una propuesta para ayudar a la economía es impulsar a los emprendedores, por lo que presentó una iniciativa de ley titulada como “Año 1 – Pago 0”.
“Hemos dejado en el tintero varias iniciativas de ley que nosotros venimos manejando; justamente he presentado una iniciativa que busca incentivar a la apertura de operaciones comerciales de emprendedores, para que pasen de la informalidad a la formalidad muchos negocios, la propuesta pretende exonerar del ISR a las nuevas empresas durante el primer año de operaciones”.
El diputado oficial también añade como temas prioritarios aquellos que fomentan el teletrabajo y el trabajo a tiempo parcial, así como la Ley Marino Mercante, que podría ayudar a generar inversión.
Pese a que tanto diputados con ideologías de izquierda, centro y derecha tienen en mente alternativas a la crisis económica, analistas aseguran que se requiere algo más: un aporte social.
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Ayuda económica
Ni siquiera aprobando todas las iniciativas del paquete de reactivación económica se va a conseguir ayudar a las familias más pobres, señaló Paul Boteo, analista económico de Fundación Libertad y Desarrollo.
Los subsidios que el Congreso ha venido aprobando y ampliando ayudan, en algo, a la clase medio, pero las grandes familias que viven al día luchando por llevar comida a la mesa no perciben esa “ayuda” del Estado, por lo que se requiere un aporte económico directo a la familia y no al empresario.
“La mejor opción sería identificar a aquellas familias que están más vulnerables y con riesgo de caer en crisis de hambre, a ellos se les tiene que buscar y darles un subsidio directo, una transferencia de dinero para que puedan pasar esos momentos difíciles”, señaló Boteo.
Por su parte Úrsula Roldán, directora del Instituto de Ciencias Socio – Humanistas de la URL, coincide con esa lectura, afirmando que se tiene que pensar en aquellos que difícilmente tienen que comer.
“La crisis está afectando en el tema alimentario, un aumento en el precio de los granos que es el alimento fundamental para las familias guatemaltecas. No se atiende la crisis alimentaria, no se atiende un bono familia que sería una medida más adecuada para aquellas que no tienen ingresos puedan afrontar la crisis”.
Los expertos destacan que quizá el único subsidio necesario sea el del diesel, ya se utiliza para vehículos de carga pesada en el traslado de alimentos, evitando aumentos para su comercialización, y para el sistema de transporte público.