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Verificamos por usted: ¿Hay más comedores sociales a costa de otros programas?

Sindicalistas del Mides cuestionaron a las autoridades ministeriales por aumentar de forma desproporcionada el presupuesto destinado a comedores sociales, mientras se sacrificó presupuesto de otros programas de asistencia humanitaria.

Los comedores sociales no focalizan a la población beneficiaria. Cualquier persona puede recibir una ración de alimentos únicamente presentando su documento de identificación personal. (Foto Prensa Libre: Gobierno de Guatemala)

Los comedores sociales no focalizan a la población beneficiaria. Cualquier persona puede recibir una ración de alimentos únicamente presentando su documento de identificación personal. (Foto Prensa Libre: Gobierno de Guatemala)

Una de las mayores apuestas del gobierno del presidente Alejandro Giammattei para reducir la inseguridad alimentaria ha sido inaugurar comedores sociales. La estrategia es cuestionada por expertos en programas de asistencia humanitaria, ya que se considera una política en ineficiente para solventar el hambre.

No obstante, en 2021 el gobierno duplicó el presupuesto destinado a este programa y ello le permitió triplicó la cantidad de comedores vigentes este año. Aún así, en 2021 durante el período de hambre estacional, de abril a agosto, alrededor de dos de cada diez guatemaltecos tuvieron dificultades para llevar un plato de comida a la mesa. Actualmente, se encuentra en esa condición el 14 por ciento de la población, según el sistema de Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (CIF).

El objetivo gubernamental de los comedores es brindar a las personas en situación de pobreza un plato de comida durante los tres tiempos. Sin embargo, los comedores están abiertos a todo público de manera gratuita y solo se debe presentar el documento de identificación personal y registrar huella dactilar.

Jorge Pernillo, docente universitario y consultor en seguridad alimentaria, explica que estos comedores se ubican en sectores periurbanos, pero hay que considerar que la mayo cantidad de población vulnerable se encuentra en zonas rurales.

“En realidad, la inseguridad alimentaria alcanzó a los sectores urbanos, pero seguimos cosechando la vulnerabilidad en zonas rurales y en sectores como la niñez que difícilmente son atendidos por este programa”, dice Pernillo.

Para prevenir la desnutrición hay otras estrategias más efectivas, como las transferencias monetarias condicionadas, por ejemplo.

“Hay evidencia que las transferencias monetarias condicionadas, en especial las de salud y educación, son más eficaces porque motiva a la población a llevar a niños a monitoreos de crecimiento”, dijo Pernillo.

Y ese aporta ayuda. lo importante sería que estas transferencias se concentraran en área rural donde se concentra hambre y desnutrición.

¿DE DÓNDE SALIÓ LA INFORMACIÓN?

El pasado lunes, un grupo de trabajadores asociados al Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social (Sintramides) protestó frente a las instalaciones de la cartera por la rescisión de contratos laborales y los aumentos presupuestarios al programa de comedores sociales sin ningún criterio técnico.S Sobre este último punto, el secretario general del Sintramides, Mauricio Cojón, aseguró que se gastan casi Q900 mil diarios en las raciones alimenticias y no hay evidencia que esta inversión haya reducido la inseguridad alimentaria. Al mismo tiempo, aseguró, se han descuidado otros programas sociales y recortado la cantidad de usuarios, como sucedió con el bono social. “Nos preocupa que se ha inyectado demasiado dinero a un solo programa, que es comedores sociales. Actualmente tenemos 59 comedores en todo el país. Se sirven alrededor de 250 desayunos y 350 almuerzos en cada comedor, que hacen un total de 600 raciones diarias. Estamos entregando casi 35 mil raciones de alimentos diarios un por valor de Q25 cada uno. La molestia de nosotros es que no hay una línea basal que determine que esto contribuya a reducción de desnutrición donde funciona este programa”, dijo Cojón.

¿CUÁL ES EL CONTEXTO?

Hasta el 22 de enero, el Sistema de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Siinsan) detectó en el país 1 mil 953 casos de desnutrición aguda, una cifra mayor a la de 2021 cuando se reportaron 1 mil 728. Asimismo, el 2021 cerró con un total de 61 muertes por desnutrición aguda, lo que representó un aumento de 11 casos con relación al año anterior. Pernillo, consultor en seguridad alimentaria y nutricional, considera que para evitar esto es necesario aumentar la inversión en programas como las transferencias condicionadas y focalizarlas más en el área rural, puesto que es donde se encuentra la mayor cantidad de población vulnerable. "Lo importante sería que estas transferencias se concentraran en área rural donde se concentra el hambre y la desnutrición. Los comedores sociales son buenos, pero son solo para mitigar, no para prevenir, y se suelen usar como mercadeo político", explica Pernillo. Según el Sintramides, el Mides tiene previsto abrir 100 comedores más en 2022, hasta alcanzar una cifra de 159. Dicho programa tiene un presupuesto vigente de  Q125 millones 481 mil 791, según el Sistema de Contabilidad Integrada del Ministerio de Finanzas (Sicoin).

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Verdadero

Información cierta y confirmada por fuentes confiables.

Los comedores sociales son una actividad contenida en el programa 14 del Mides denominado “apoyo para el consumo adecuado de alimentos. En el 2021 arrancó con un presupuesto de Q87.6 millones, pero en el transcurso se aumentó casi al doble estos recursos. En total, cerró con Q120.2 millones. Fue la segunda actividad que más incrementos de dinero recibió, solo superado por la “construcción, ampliación y mejoramiento de infraestructura vial”, a la que se le inyectaron Q105.9 millones adicionales a los Q18.8 millones con los que inició el ejercicio fiscal. El incremento permitió inaugurar en estos dos años de gobierno 44 comedores sociales más con los que se arrancó el año. Sin embargo, organizaciones como Oxfam cuestionan a este programa, puesto que no es eficiente para reducir la inseguridad alimentaria y en algunos países se ha considerado una política en “desuso”. Asimismo, mientras se le incrementaba presupuesto a esta actividad, hubo reducciones en otros programas del Mides. Por ejemplo, al programa 15, “prevención de la delincuencia en adolescentes y jóvenes”, se le recortaron Q24.8 millones; al 19 "dotación, servicios e infraestructura para el desarrollo social", Q234.1 millones y al 21, “transferencias monetarias condicionadas en salud y educación”, Q1.8 millones. Entre las actividades que tuvieron los mayores recortes presupuestarios se encuentran la “dotación de materiales de construcción a establecimientos de salud”, a lo cual se le disminuyeron Q149.5 millones y “construcción, ampliación y mejoramiento de plantas de tratamiento de aguas residuales y desechos sólidos”, que tuvo disminuciones por Q141.2 millones. Prensa Libre consultó al MIDES los motivos por los cuales se le apostó a un programa social cuestionado, al tiempo que se le redujo recursos a otras actividades, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.

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