Alejos se encuentra en prisión preventiva desde el 28 de diciembre del 2015, luego de haber estado prófugo durante poco más de dos meses, y aunque está privado de libertad, en estos últimos seis años las acusaciones en su contra se siguen acumulando.
Hasta ahora, la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci) ha presentado seis acusaciones. La última detalla cómo Alejos abandonó la prisión preventiva que cumplía en un sanatorio privado de la zona 2 capitalina para reunirse con políticos, aspirantes a magistrados e integrantes de comisiones de postulación, supuestamente para manipular la elección de cortes.
Empresario con ventaja
Alejos Cámbara nació en la capital guatemalteca, en 1968. Su familia es originaria de Retalhuleu. Es ingeniero agrónomo y sin embargo su carrera la forjó como empresario, en la industria farmacéutica, para luego incursionar en el mundo político.
Es hermano del exconstituyente, exdiputado de la UNE y fundador del partido Todos, Roberto Alejos Cámbara.
En publicaciones de Prensa Libre en años anteriores se tiene registrado que el primer acercamiento que tuvo Gustavo Alejos con el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) se dio cuando su primo Enrique Alejos Close fue nombrado por Álvaro Arzú como presidente de la junta directiva de esa institución. De eso hace más de 20 años.
Durante los años en que trabajó en la industria farmacéutica logró formar una red de operadores para corromper a funcionarios y manipular el mercado, a fin de favorecer a sus empresas.
Fue la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y la Feci las que lograron confirmar ese extremo. Por eso el primer caso penal en el que fue señalado es el de Negociadores de la Salud, por haber recibido considerables sumas de dinero como pago por liderar desde afuera del Seguro Social la compra de medicamentos e insumos a favor de ciertas compañías.
Según la investigación, Gustavo Alejos se reunió de manera organizada con proveedores de medicamentos, empleados públicos y directivos del IGSS para incrementar su patrimonio, en detrimento de las finanzas de esta institución, a través de manipular los procesos de compra.
Las pesquisas detallan que la organización delictiva utilizó diferentes mecanismos, entre los cuales destacan modificaciones irregulares de medicamentos básicos, pagos por inclusiones y exclusiones de la lista básica de medicinas, así como generación injustificada en el consumo de fármacos, a fin de promover la compra a sus proveedores, al punto de que el Seguro Social se abasteció de medicinas para 13 años, cuando la vigencia del producto era solo para dos.
Gustavo Alejos fue parte de la empresa J.I. Cohen, propiedad de Jack Irving Cohen, hasta el 2014. Sus farmacéuticas son Droguería Colón, Evolución Farmacéutica y Sabiapharma.
La primera agrupación política en la que tuvo participación financiera fue el Partido de Avanzada Nacional, cuando Arzú llegó a la presidencia de la República. Continuó con la Gran Alianza Nacional, con Óscar Berger, y luego pasó a la UNE, con Colom. En esta última oportunidad su intervención fue más activa y abierta.
La Contraloría General de Cuentas reportó que Gustavo Alejos Cámbara tenía un patrimonio de US$180 millones. Él se reconoció públicamente como propietario de un jet, un yate que le vendió a Roberto Arzú —hijo del expresidente—, un apartamento en Miami, EE. UU., y una casa que le alquilaba a Otto Pérez Molina cuando este era gobernante del país.
El hilo en las Cortes
En diciembre del 2020, la Feci entregó la sexta acusación contra Gustavo Alejos, por haber abandonado el sanatorio donde guardaba prisión preventiva para concertar reuniones que le permitieran cooptar la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y salas de Apelaciones.
El 8 de abril último, la misma fiscalía confirmó que utilizaría a Gustavo Alejos como testigo protegido en este caso, en el que también están implicados el juez Mynor Moto —prófugo—, el rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Murphy Paiz, y el ex rector de esa casa de estudios Estuardo Gálvez.