“Ya estamos cansado de tanta corrupción”, “Queremos un país limpio, que saquen a todos los corruptos”, expresaban algunos ciudadanos.
A las protestas y solicitud de renuncia del entonces presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti, se unieron entidades como la Contraloría General de Cuentas y la Procuraduría General de la Nación.
En una conferencia de prensa el Comité de Asociaciones Comerciales, Agrícolas, Industriales y financieras (Cacif), pidió la dimisión de las autoridades del poder.
Todo el movimiento ocurrió en las vísperas de las elecciones generales que se celebraron el seis de septiembre en el país.