Según una columna del periodista Andrés Oppenhaimer en El Nuevo Herald, hay ocho países que no han sido invitados por el gobierno del presidente Joe Biden, entre estos se encuentra Guatmeala, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, El Salvador, Honduras y Haití.
Oppenhaimer dice que, según información de funcionarios estadounidenses, sí figuran como invitados Argentina y México, que han sido “aliados de hecho de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua”.
Uno de los temas que se discutirá en la cumbre es la desconfianza pública y la incapacidad de los gobiernos para lograr un progreso económico y político equitativo. Asimismo, se analizará cómo la desigualdad y corrupción erosionan la democracia junto con el avance de líderes autoritarios que atacan a periodistas y defensores de derechos humanos.
En Guatemala, ciertos eventos de especial relevancia para la comunidad internacional anteceden a la cumbre. Entre estos se encuentra la inclusión de la fiscal general Consuelo Porras en la Lista Engel (de actores corruptos), y la persecución a periodistas que han sido críticos contra el gobierno y sus aliados en las distintas instituciones del Estado, incluyendo el Ministerio Público.
“Para los Estados Unidos, la cumbre ofrecerá la oportunidad de escuchar, aprender e interactuar con una amplia gama de actores cuyo apoyo y compromiso es fundamental para la renovación democrática global”, dice un comunicado del Departamento de Estado.
Por su parte la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia informó que el Ministerio de Relaciones exteriores no ha recibido ninguna invitación oficial, por lo que no pueden emitir ninguna postura.