Según datos del Ministerio de Finanzas, el BNDES otorgó un crédito por US$280 millones (Q2 mil 100 millones) para la obra.
De este monto desembolsó US$167.8 millones —Q1 mil 258.5 millones— que corresponden a un 59.1 por ciento.
Aunque aún queda un remanente de US$112.2 millones —Q841.7 millones—, Guatemala ya pagó US$21.3 millones —Q159.75 millones— en intereses y comisiones.
Lo mismo sucedió con el BCIE. Este ha desembolsado US$86.5 millones —Q648.75 millones— de los US$119.4 millones —Q895.5 millones— del préstamo, y el Gobierno le ha pagado en intereses US$13.3 millones —Q99.75 millones—.
Directo a Odebrecht
Según las autoridades del Tesoro, los US$254.3 millones que ya desembolsaron el BNDES y el BCIE nunca pasaron por las arcas del Estado, sino que fueron “directamente a la cuenta del contratista, a solicitud de la entidad ejecutora”.
Carlos Martínez, economista experto en transparencia, calificó esa acción de aberración financiera y exigió que se investigue.
Amílcar Pop, presidente de la Comisión de Probidad del Congreso, considera que el mecanismo se usó para obstaculizar la fiscalización.
Óscar Argueta, diputado de la Comisión de Transparencia, recordó que la empresa Odebrecht ejecutó 37 kilómetros, de 140, pero ya cobró el 70 por ciento. “Si calculamos lo que se pagó, con lo que construyó, el kilómetro de asfalto costó Q60 millones. Es la obra más cara del mundo”, manifestó.
El fin de semana se supo que el BNDES frenó desembolsos a Odebrecht, por sospechas.