Los mandatarios salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén; el guatemalteco, Jimmy Morales; y el hondureño, Juan Orlando Hernández, acordaron la creación de la fuerza conjunta para la lucha contra la violencia, conformada por autoridades de seguridad, justicia, inteligencia y defensa.
El Triángulo Norte es una de las zonas más violentas del mundo, con las pandillas, el narcotráfico y el crimen organizado como mayores responsables. En 2015 se registraron 16 mil 527 homicidios en Honduras, El Salvador y Guatemala, donde viven 31 millones de personas, la mayoría sumida en la pobreza.
La llamada Fuerza Trinacional solo operará en las fronteras que comparten los países, y es parte de un “Plan Regional” para el combate de la criminalidad establecido por los mandatarios.
El plan regional también abarca medidas como operaciones de seguridad coordinadas, compartir información de inteligencia, realizar entregas de personas detenidas de la forma más “expedita posible”, y la conformación de grupos de Alto Nivel de Seguridad.
Los acuerdos entre los tres mandatarios quedaron plasmados en una declaración conjunta suscrita por cada uno, tras el encuentro celebrado en la capital salvadoreña el pasado agosto.
Tanto las pandillas Mara Salvatrucha, como el Barrio 18 asedian a los tres países y son responsabilizadas por los altos índices de homicidios.
La situación de violencia afecta gravemente la vida de una región marcada por la pobreza que decidió emigrar de forma masiva a Estados Unidos y México, entre los principales destinos.
Los países del Triángulo Norte también promueven el llamado Plan de la Alianza para la Prosperidad, con el que pretenden impulsar la economía y los asuntos sociales para desincentivar la migración hacia EE.UU., que en 2014 llegó a ser crítica con la llegada de miles de niños centroamericanos solos a territorio estadounidense.