Giammattei dijo que la próxima semana firmarán la solicitud para comenzar el trámite ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Esta no es la primera vez que el Gobierno presenta un planteamiento de esa naturaleza. En el 2014, Carlos Batzín, entonces ministro de Cultura y Deportes, gestionó para que la Unesco tomara en cuenta ese sitio durante la nominación de patrimonios de la humanidad efectuada en septiembre de 2015, pero no hubo resultados.
La propuesta de este año, según el presidente, refrenda un compromiso con el patrimonio arqueológico del país. Aseguró que durante su gestión se tomarán todas las medidas para lograrlo y, sobre todo, “por lo que representa el sitio arqueológico para el país”.
“Convertir Tak’alik Ab’aj en patrimonio cultural de la humanidad no solo obligará a los gobiernos a su preservación absoluta, sino que comprometerá a que la humanidad salga de tantas dudas acerca de lo que significa nuestra cultura”, expuso Giammattei.
Tak’alik Ab’aj se extiende por un área de aproximadamente 6.5 kilómetros cuadrados, en la cual se encuentran alrededor de 80 estructuras esculpidas que evidencian la transición de la cultura olmeca a la maya.
Christa Schieber, arqueóloga y encargada de investigaciones del mencionado sitio arqueológico, comentó que la búsqueda de esa distinción es meritoria, ya que ese lugar tiene valores de índole universal. Una de sus apreciaciones es que allí se representan las expresiones de los olmecas y los mayas, en un entorno en el cual dejaron plasmadas su arte y arquitectura.
Importante hallazgo
Durante la actividad, personal del Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj dio a conocer hallazgos de la estela 87, la cual fue descubierta en el 2018, en ese sitio arqueológico. El estudio acerca de la piedra esculpida durante el Clásico Temprano involucró a epigrafistas y arqueólogos de Guatemala, Estados Unidos, Rusia y Alemania.
Schieber aseguró que la característica principal de la investigación radica en el descubrimiento del contexto de la estructura esculpida, ya que, a diferencia de otras estelas, la 87 presenta un personaje de la época, que se acompaña de glifos —o textos—.
El protagonista es un gobernante investido con un ajuar e insignias de poder real. En el brazo porta un cetro rígido sobre el cual posa una pequeña personificación joven del dios del maíz, que a la vez baila. Este personaje alude con sus expresiones a un ancestro olmeca, cultura que tiene una intrínseca relación con la maya en Tak’alik Ab’aj.
La arqueóloga refirió que la estela es una pieza elocuente que documenta de manera fidedigna lo ocurrido en el contexto sociopolítico maya del área sur, en especial, el desarrollo de los reinos tempranos.
En este gráfico interactivo puede conocer más acerca de los detalles esculpidos en la Estela 87:
El Caracol del Tiempo
Durante la presentación, Giammattei comentó que está disponible en Guatecompras el concurso para la contratación de servicios para el estudio estructural del Museo Arqueológico El Caracol del Tiempo, en el cual se pretenden resguardar y exhibir piezas descubiertas en el territorio de Tak’alik Ab’aj. El proyecto quedó estancado dos años después de su planteamiento, en el 2006.
“La obra se quedó olvidada e inconclusa por simples y estúpidos trámites burrocráticos, que han hecho que dejemos para la posteridad la importancia de conocer nuestras raíces”, expuso Giammattei. El presidente enfatizó que el proyecto será retomado este mismo año. “Esperaría que en un lapso no mayor a siete meses estén hechos los estudios, iniciada la obra y, quizá, en ocho meses, finalizada”, agregó.
El mandatario le prometió a la ministra de Cultura y Deportes, Silvana Martínez, su apoyo para luchar por que la Unesco reconozca Tak’alik Ab’aj como patrimonio cultural de la humanidad. Añadió que el desarrollo estructural del museo permitiría mostrar mejor las riquezas del sitio arqueológico.