Gustavo Alejos, secretario privado del presidente Álvaro Colom (2008-2012), y Juan Carlos Monzón Rojas, de la vicepresidenta Roxana Baldetti (2012-2015), estuvieron envueltos en procesos penales relacionados con actos de corrupción, según las acusaciones formalizadas por el MP.
El pasado viernes fue allanada la residencia de Bruni -quien un día antes había renunciado a su cargo por cuestiones personales- en la zona 16, cuando se buscaba al exministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) José Luis Benito Ruiz, a quien supuestamente le pertenecen los Q122 millones hallados en una vivienda de la ciudad colonial. En el cateo se encontró información de utilidad para la investigación, se indicó.
Hasta ahora el MP no ha dado a conocer la situación legal de Bruni, y la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia se limitó a decir que es un caso que “está en la justicia”.
Bruni trabajó en la campaña del partido Vamos, con el que Alejandro Giammattei ganó la Presidencia, ocupó cargos directivos y era parte del círculo de confianza del mandatario.
Interpretación
Rubén Hidalgo, director general del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, hizo ver que en los últimos gobiernos la figura de los secretarios de la Presidencia ha sido vinculados a actos de corrupción, apañamiento de favores o compadrazgos. “Es una clara confirmación del poco aprecio y valoración que los gobiernos electos le dan a la conformación de los altos cargos”, subrayó.
Expuso que, en este caso, si el MP llegara a comprobar o formalizar una acusación contra Bruni por haber participado en actos delictivos, en el mandato de Giammattei o en el de Jimmy Morales, sería un golpe duro a “la ya debilitada credibilidad de la gestión actual”, y estaría en sentido opuesto al llamado a la transparencia y lucha contra la corrupción.
“Si se llega a confirmar algún delito contra el exsecretario privado Bruni, vendría a confirmar la percepción del ciudadano de que este gobierno ha continuado los niveles de corrupción y perfeccionado sus redes de corrupción”, resaltó Hidalgo.
El reiterado involucramiento de ex secretarios de la Presidencia en hechos ilícitos es una muestra clara de la improvisación, falta de criterios en nombramientos e irresponsabilidad de personas que no cuentan con las cualidades para conocer la institucionalidad pública, añadió.
Preocupación
Pablo Hurtado, secretario ejecutivo de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales, dijo que la renuncia de Bruni, el cateo a su vivienda y su presunta relación con Benito Ruiz debe ser un fuerte llamado a la reflexión, porque se trata de gobiernos distintos y un potencial nexo de corrupción entre ambos sería “preocupante y lamentable”.