Estados Unidos, anfitrión de la cita, criticó este martes la designación de la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, por cuatro años más, pese a que el Departamento de Estado la incluyó en una lista de “agentes corruptos”.
Los comentarios del Departamento de Estado no fueron bien recibidos por Giammattei. “No me van a invitar a la cumbre. De todos modos yo mandé a decir que no voy a ir”, sostuvo el gobernante.
“Se lo dije y lo repito al embajador de esa nación [EE. UU.], que este país [Guatemala] podía ser de este tamaño [pequeño], pero que mientras yo fuera presidente, a este país se le respetaba y se le respeta la soberanía”, afirmó el presidente, durante una actividad de la embajada de México en su país.
Washington advirtió que el respeto a la democracia es “condición” para participar en la cita. Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Bolivia, Luis Arce, ya han anunciado que supeditan su asistencia a que no haya exclusiones.
De acuerdo con la diplomacia estadounidense, Cuba, Nicaragua y Venezuela “no respetan” la Carta Democrática Interamericana -el documento regional de defensa de la institucionalidad vigente desde septiembre de 2001- “y por lo tanto” esperan que no estén presentes en la próxima cumbre hemisférica que se celebrará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles.
Ante este escenario, la presidenta de Honduras, la izquierdista Xiomara Castro, pidió no excluir a ningún país.
Por su parte, la canciller chilena, Antonia Urrejola, ha pedido que la convocatoria sea “lo más amplia posible” y recordó que la exclusión en este foro de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba “no ha dado resultados”.