La ministra oficializó que suprimirá los viceministros de Atención Primaria y de Hospitales, por considerar que tienen contradicciones con las funciones de la Dirección General del Sistema Integrado de Atención en Salud (SIAS).
“Por un lado, sí necesitamos ser más pequeños y eficientes, tiene que ver con el aspecto económico pero especialmente para no duplicar funciones, porque cuando empiezan a hacerse duplicación de funciones también se generan a veces vacíos y no se sabe a quién exactamente pedirle cuentas o quién es la persona responsable de los procesos”, explicó.
Hernández refirió que entre sus primeras acciones está la revisión de varios aspectos administrativos, como ver si hay contrataciones y plazas fantasma, y problemas en las compras.
Abogó por continuar el proceso de reforma al sistema de salud, que incluye fortalecer espacios de participación y auditoría social.
Además, ofreció revisar qué aspectos del Pacto Colectivo pueden cumplirse y cuáles deben ser renegociados de acuerdo al presupuesto disponible.
La funcionaria indicó que está anuente a asistir a citaciones del Congreso, pero igual espera que la dejen trabajar.
“Con mucho gusto estaremos respondiendo a las inquietudes e informando sobre los avances de los avances en el Ministerio de Salud, pero esperemos que estas citaciones sean lo más pertinentes y oportunas precisamente para no entorpecer ese trabajo que queremos hacer”, añadió Hernández.
Piden no recontratar personas cuestionadas
Sindicalistas y la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) piden a la nueva ministra de Salud, Lucrecia Hernández Mack, que no lleve al despacho a personas que ya hayan estado involucrados en el ministerio, pues esto impediría la erradicación de la corrupción.
El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud, Luis Alpirez y Zulma Calderón, jefa de la Supervisión de Hospitales de la PDH, afirman que tienen información no oficial sobre la intención de Hernández Mack de llevar como asesores a personas que ya trabajaron en la cartera.
Para Calderón, una de las acciones prioritarias de la ministra debe ser “limpiar la mesa”, es decir que se desligue de personas que ya ocuparon algún cargo en el ministerio.
“La nueva ministra es muy técnica y es académica, le hace falta experiencia en la administración pública pero eso puede ser una fortaleza porque no está corrompida”, afirma la profesional.
Alpirez se suma a la solicitud y reitera que los trabajadores no permitirán que regresen funcionarios “que han formado parte de una estructura corrupta”.
“La ministra debe comenzar a desvelar la estructura que por años ha corrompido los recursos de Salud, al extremo de haber pleito en el nombramiento del ministro para obtener esos recursos”, explica el sindicalista.
Lo más urgente
Calderón y Alpirez coinciden en que es necesario que Hernández Mack y su equipo den prioridad al abastecimiento de medicamentos e insumos en los hospitales nacionales, centros y puestos de Salud. Además de rescatar el primer nivel de atención en Salud.
La supervisora de hospitales de la PDH dice que se debe hacer una “auditoría profunda y consciente del recurso humano, administrativo y financiero del ministerio, pues eso le dará un panorama claro de que hay inversión innecesaria”.
Por su lado, el sindicalista dice que es necesario que se dignifique al trabajador, pues los salubristas tienen los salarios más bajos y aún se les adeuda pagos. “Debe haber armonía con los trabajadores”, afirma.
Perfil
Lucrecia Hernández, a sus 43 años, se convirtió en la primera mujer ministra de Salud y toma una dependencia en crisis estructural, a punto del colapso.
Hernández es hija de Myrna Mack, asesinada por el Estado en septiembre de 1990, es socia fundadora del Instituto de Salud Incluyente (Isis) y la Fundación Myrna Mack.
Ocupará el máximo cargo en la cartera de Salud a partir del 1 de agosto, en sustitución de Alfonso Cabrera, que renunció al cargo luego de una presión mediática y política, desde la Comisión de Salud del Congreso, presidida por el diputado del Movimiento Reformador, Luis Hernández Amezquita.
Hernández Mack es graduada como médica y cirujana por la Universidad de San Carlos, en 1999, a partir de ahí ha cursado varias maestrías y doctorados en universidades guatemaltecas y mexicanas.
El último título obtenido es un doctorado en Ciencias en Salud Colectiva, por la Universidad Autónoma Metropolitana, en México.
Coordina la Alianza por el acceso público y universal de salud, ha sido profesora los últimos 10 años en la Universidad Rafael Landívar, consultora de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, entre otras.