Stein dijo que “la cita o mini cumbre con los presidentes de los países del Triángulo Norte, cambió el matiz de la visita para centrarse en la política migratoria y en los temas de seguridad interna de EE.UU.”
“Hasta donde podemos comentar desde afuera la visita es que el vino a reiterar el endurecimiento de la política migratoria norteamericana y prácticamente a darle instrucciones a los presidentes de Honduras, El Salvador y Guatemala”, señaló el exministro de relaciones exteriores.
Destacó en un principio que todo giraba en el marco de la Alianza para la Prosperidad que suponía una verdadera asociación para mejorar las condiciones económicas, políticas y de seguridad de los países.
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“Como socios se ha cedido evidentemente el lugar al objetivo central de la seguridad interna de EE.UU. en donde nos consideran en esta materia migratoria y narcotráfico un riesgo para ellos”, acotó Stein.
Agregó que en el discurso “se les olvida que son corresponsables de lo que aquí está pasando en particular mientras ese mercado de consumo de estupefacientes que parece insaciable no se logre contener el corredor centroamericano, va a seguir sirviendo para el trasiego de narcóticos hacia el norte”.
Agregó que las personas se ven agobiadas por la falta de oportunidades y violencia en los países del Triángulo Norte y eso las obliga a migrar hacia lugares donde puedan tener una oportunidad y mejorar su calidad de vida.
Fuera de la realidad
Fernando Carrera, exministro de Relaciones Exteriores, explicó que el discurso que el vicepresidente Mike Pence es el mismo que EE.UU. ha tenido desde el 2014, en la administración de Barack Obama.
“Esto es lo que se llama discurso de disuasión y básicamente es implantar la idea de que de alguna manera los gobiernos tienen control sobre la población, ya sea porque pueden impedir legalmente que la gente viaje o de una forma pedagógica explicando los riesgo”, señaló Carrera.
Agregó que este discurso está fuera de la realidad porque a su criterio lo que pasa en este momento en EE.UU. es un fenómeno de reunificación familiar.
Indicó que en años anteriores se dio una migración masiva de personas que no pueden volver al país, porque están de forma ilegal y la única manera que encuentran para reunificarse con su familia es llevándola con ellos.
Señaló que esto es cíclico y que está suficientemente estudiado para saber que es real. Agregó que esto pasa no solamente en EE.UU. si no en otras latitudes.
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Carrera aseveró que la segunda situación es que la economía de EE.UU. está pujante y eso hace que exista empleo bien pagado y sea un atractivo grande para personas que viven en países cuyas economías están estancadas y con serios problemas.
“Nada de esto se habló hoy en la reunión con el vicepresidente Pence Hablaron de cualquier cosa menos de esto, esto es un enfoque no realista, lo que está sucediendo no es porque la gente se volvió loca y quiera correr riesgos para llegar a EE.UU.”, precisó Carrera.
Recalcó los “gobiernos débiles” como el de Guatemala, El Salvador y Honduras “tienen que agachar la cabeza y decir sí a lo que diga el vicepresidente Pence”.
“En un diálogo serio y se debería hablar del problema de cómo enfrentar la reunificación familiar y cómo manejar el enorme atractivo que es la buena economía de Estados Unidos, es esquizofrénico a esta altura que se hable de la buena economía de EE.UU. y que no quieran que la gente se vaya en busca de empleos”, puntualizó.
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