El gobierno está desgastado
El peso de la pandemia, una mala estrategia de comunicación con actores políticos, estrategias fugaces y no tener muchas herramientas de transparencia son algunos de los factores que influyen en el desgaste que tiene, en menos de un año, el gobierno de Giammattei y la propia bancada oficial, según analistas políticos.
Para Emilio Ruiz, de la Asociación para la Investigación en Estudios Sociales (Asies), el tener un caótico recorrido para una prórroga de Estado de Calamidad es preocupante, pero señala que es aún más alarmante cómo se consiguió a último minuto un respaldo para esa medida de excepción.
“Hay que considerar cuáles fueron esos acuerdos a los que se llegaron con las bancadas, cuáles cedieron a la hora de votación y sobretodo estar muy al pendiente de cómo se van a pagar esos favores políticos, lo que interesa más allá del control político que son aspectos normales y necesarios en un congreso, pero no acuerdos si son ilegales, habría que esperar y estar al pendientes”, explicó.
Geidy de Mata, directora del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), señala que esta debilidad que muestra el oficialismo puede ser porque el gobierno no tiene una alianza sólida con otros partidos, por el contrario, son acercamientos únicamente pasajeros.
“En alguna medida hay un desencanto de cómo ha venido ejecutando el presupuesto el Ejecutivo en término de no agilizar los procesos, se ofrecieron tres bonos y solo se ha ejecutado uno, no se ha tenido la capacidad de analizar la importancia de la crisis y reflejar indicadores de transparencia, son válidos los cuestionamientos porque la dimensión requiere agilizar trámites, hay un fuerte desgaste y hay falta de diálogo con algunos actores que pudieran contribuir a buscar una mejor solución”, señaló.
Los expertos pronostican para los próximos meses dentro del Congreso posibles intentos para bloquear la agenda legislativa por actores que se desligaron del oficialismo, concretamente por la forma en como se ha comportado el diputado Felipe Alejos, jefe del bloque Todos, quien públicamente dijo que su bancada no apoyaría el Estado de Calamidad.
Ruiz y Mata consideran que esta separación no le va a preocupar al gobierno, basta con observar el evento de votación para la ratificación del estado de Calamidad y es claro cómo algunos diputados de Todos no siguieron los lineamientos de Alejos, Boris España y Jorge Ubico, sí apoyaron a Giammattei.
No pesaron las críticas
En la extensa sesión plenaria, diputados que están en contra del nuevo estado de Calamidad hicieron señalamientos contra la administración del presidente Alejandro Giammattei, a quien criticaron por presuntamente no enfocarse en las verdaderas necesidades del país durante la pandemia.
Una de las primeras voces en exponer, durante el tercer debate de la prórroga, fue la diputada Evelyn Morataya, del bloque Bien, quien considera que existen posibles arreglos en las contrataciones que hace el Estado durante la prolongada medida de excepción.
“¿Reactivación económica para quienes? Para beneficiar a unos pocos o pensando en las grandes mayorías del país, porque en esa agenda de reactivación económica no se incluye la ley de competencia, seguimos con los monopolios y el mismo gobierno los promueve comprando pruebas covid a un solo proveedor, millones de pruebas a uno solo”, enfatizó la diputada.
Le siguió Carlos Barreda, jefe del bloque UNE, explicando que en los procesos de fiscalización detectaron cómo en una sola oficina de gobierno se gastó más de medio millón de quetzales, durante una de las fases más críticas del país en donde las familias buscan subsistir hasta con lo mínino.
“Fueron a remodelar la oficina de Covial por Q600 mil en época de pandemia, en época de desempleo, de hambre, cuando la gente está sufriendo porque no puede llevar ingresos a su casa, se fueron a hacer servicios de Q25 mil a vehículos, autorizaron ampliaciones del 40% a terracerías y sin terminar un contrato ya adjudicaron el otro (…) ya basta de corrupción, ya basta de abusivez, ya basta de negligencia”, precisó.
Otras bancas que abiertamente dijeron no apoyar este nuevo estado de Calamidad fueron Winaq y Movimiento Semilla, que estiman que el verdadero objeto de esta prórroga se debe a negociaciones al margen de la ley a costas de fondos públicos.
Todo lo anterior no fue suficiente, el pleno decidió otorgar por otros 30 días medidas de excepción a nivel nacional al Organismo Ejecutivo, pero se añadieron algunas enmiendas; una de ellas ordena poner como prioridad a personas mayores de 60 años en establecimientos públicos y que cualquier actividad religiosa, cumpla antes, con todo un protocolo sanitario para evitar la expansión de la pandemia.
Oficialismo en silencio
Durante la discusión del estado de Calamidad ni uno solo de los diputados del bloque Vamos solicitó la palabra para defender al presidente o a su gabinete, quienes fueron señalados de ineficientes durante el manejo de la crisis.
Fue hasta cuando ya el decreto legislativo estaba aprobado que el diputado Carlos Calderón, oficialista, decidió pronunciarse. Dijo que estuvieron atentos a las críticas de manera respetuosa, y en vez de llamar la atención a los opositores decidió hacerlo contra algunos ministros.
“Los diputados del Congreso de la República aprobamos aquí leyes y préstamos per no administramos el dinero, es una responsabilidad del Ejecutivo, y quiero hacer un llamado a cada uno de los ministros de Estado para que trabajen, para que ejecuten y para que no pasen por otra vergüenza más de tener una baja o pobre ejecución teniendo los recursos a su lado”, refirió.
Elección de cortes, aplazada
En una primera parte de la sesión legislativa la discusión estuvo centrada, una vez más, en la elección de magistrados para la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Los bloques legislativos Semilla, Winaq, Creo y UNE buscaron que después de conocerse el Estado de Calamidad se procediera a la integración del nuevo Organismo Judicial (OJ) o que se programará un día exclusivo para este trámite.
Pero las sugerencias no fueron del agrado de los bloques Viva y PAN, quienes argumentaron que existe voluntad política para la elección, que por eso el tema está en agenda aunque no exista certeza de la forma en que deban de hacer la votación. Esas posturas parece que hicieron eco en otras bancadas, que ni siquiera se pronunciaron, pero que al momento de votar por dos mociones de la oposición decidieron rechazarlas.
Durante la segunda parte de la discusión se logró incluir, como punto prioritario en el orden del día, una modificación a un decreto ya aprobado que impide a la Universidad de San Carlos de Guatemala hacer uso de un préstamo internacional por 120 millones de dólares.
A diferencia de otros temas legislativos, hubo un acuerdo generalizado. Hasta más de un diputado de la misma bancada decidió pedir la palabra para exponer ante el pleno, y a las cámaras de los medios de comunicación, como están dispuestos a respaldar a la educación pública superior, pero todo quedó en meros discursos. Tras la ratificación del Estado de Calamidad se rompió el quórum y parece que a los congresistas se les olvidó ese espíritu de ayuda a la educación universitaria.