Rubén Darío Morales durante su gestión autorizó el depósito de Q16 millones de los ahorros del Congreso hacia la casa de bolsa Mercados de Futuro, supuestamente a cambio recibió una comisión de Q300 mil.
El caso de Meyer fue muy similar, él fue acusado del desvío de Q82.8 millones de los fondos del Congreso hacia la casa de bolsa Mercados de Futuro, luego esta entidad quedó en la quiebra y el Legislativo sin sus ahorros.
Meyer fue condenado a tres años de prisión y una multa de Q10 mil por haber realizado depósitos en cuentas de Raúl Girón, en el desaparecido Banco Uno.
Pedro Muadi llegó al Congreso por el Partido Patriota y estuvo al frente del Congreso en el segundo año de ese gobierno, durante la séptima legislatura. Muadi entregó el cargo y fue dos años después que se conoció el desvío de Q4.7 millones del Congreso a cuentas asociadas a personas cercanas al exdiputado.
La red según la investigación del Ministerio Público, habría contratado a un grupo de guardias para seguridad personal de Muadi a una empresa privada, sin embargo el Congreso pagaba los sueldos que eran desviados a cuentas de la asistente del legislador y de allí se fraguó el desvío, pagando a cada guardia Q2 mil y cobrando al Congreso hasta Q8 mil.
El último expresidente polémico de Congreso es Gudy Rivera, activo y cercano al círculo de Pérez Molina y Roxana Baldetti. Rivera fue el primer presidente de la séptima legislatura y fue el que le dio posesión a Pérez Molina, el 14 de enero de 2012.
Rivera fue denunciado por la entonces magistrada de Sala, Claudia Escobar por supuestamente coaccionarla para que favoreciera a Roxana Baldetti y el Partido Patriota. Escobar buscaba una magistratura y Rivera se la había ofrecido a cambio de anular la suspensión emitida por el Tribunal Supremo Electoral.