Zúñiga y su comitiva arribaron el lunes último a Guatemala para abordar las causas de la migración irregular a Estados Unidos, que se ha recrudecido en los últimos meses según cifras oficiales de esa nación.
“Estamos aquí para platicar sobre la necesidad y los esfuerzos de la Casa Blanca de crear vías legales para la migración y que las personas no tengan que utilizar vías irregulares tan peligrosas, en las que hemos visto infelizmente tragedias como la ocurrida en México hace pocas semanas y que afectó al pueblo de Guatemala”, señaló Zúñiga.
El enviado especial destacó la importancia que Centroamérica tienen para EE. UU. y dijo que eso se demuestra con la designación de la vicepresidenta Kamala Harris “para atender los asuntos puntuales vinculados a la migración”.
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Agregó que “lejos de pensar en retos, se debe pensar en las oportunidades que hay en Centroamérica, por lo que es importante trabajar con nuestros socios”. Además, agregó que el Gobierno de Guatemala a demostrado buena voluntad de trabajar en materia migratoria y en una agenda que “no solo trata de asegurar las fronteras, sino de crear oportunidades de desarrollo en el país”.
Zúñiga insistió en que las fronteras de EE. UU. están cerradas e instó a los guatemaltecos a no migrar, pues las rutas están cargadas de peligros, por lo que considera importante “crear vías legales para la migración y que no se tenga que usar vía ilegales que muchas veces terminan en tragedias, porque hay formas de ceder a la protección de esas personas”.
El funcionario asegura que hay muchos proyectos “para crear nuevas condiciones para que las personas no tengan que hacer su futuro en EE. UU.”, como la creación de fuentes de trabajo y mejorar el acceso a la salud y la educación.
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“Hay necesidad de crear las condiciones habilitantes para que los guatemaltecos puedan a hacer su vida con dignidad y vivir en paz y prosperidad”, refirió.
Por aparte, el ministro de Relaciones Exteriores, Pedro Brolo, comentó que en las reuniones de este martes con el enviado especial de EE. UU. participaron representantes de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), con quienes buscan “integrar esfuerzos que permitan abordar las causas migratorias sobre el desarrollo económico y una mejor atención a los migrantes en tránsito y los retornados”.
Según Brolo, se acordó la implementación de campañas para prevenir a los guatemaltecos sobre los peligros que implica migrar de manera irregular y agregó que las fronteras de Estados Unidos están cerradas.
Además, el canciller dijo durante la visita de Zúñiga también hubo resultados positivos en el tema de la lucha contra el narcotráfico (marítimo, terrestre y aéreo) por lo que solicitaron una cooperación ampliada. También dijo que es importante la cooperación y apoyo de EE. UU. en la lucha contra el contrabando y la defraudación fiscal.
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El Triángulo Norte de Centroamérica, compuesto por Guatemala, El Salvador y Honduras, es una de las regiones más pobres y violentas del planeta, según diversos estudios de organismos internacionales.
Cada año, más de 500 mil personas procedentes de estos tres países intentan emigrar de manera ilegal a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, incluyendo miles de menores de edad.
“Claras y constructivas”
La comitiva del Gobierno de EE. UU., encabezada por Zúñiga, cumplió su visita a Guatemala en donde sostuvo reuniones con distintos sectores sociales, entre ellos el Gobierno de Alejandro Giammattei, a quien externó sus preocupaciones por la necesidad de fortalecer el estado de derecho y la lucha contra la corrupción.
Las reuniones con las autoridades guatemaltecas, dijo Zúñiga, fueron “claras y constructivas” en las cuales se abordó la preocupación de EE. UU. por la reciente elección de magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) ya que ambos países son socios y amigos y estos “hablan claro sobre las percepciones y de lo que entienden”.
“Estamos teniendo conversaciones abiertas y hablando francamente”, dijo el funcionario estadounidense al terminar una reunión en la Cancillería guatemalteca en la que participaron varios ministros de la administración de Giammattei, antes de decir que la preocupación por fortalecer el estado de derecho y la lucha contra la corrupción “no es algo político ni ideológico”.
El emisario del gobierno estadounidense, quien se hizo acompañar de otras tres funcionarias del Departamento de Estado, del Consejo de Seguridad Nacional y de la Oficina de Población y Refugiados, insistió —como en ocasiones anteriores— que el interés de EE. UU. no es interferir en la política interna de Guatemala, sino más bien actúan porque inevitablemente lo que sucede en los países centroamericanos repercute en su país.
“Respetamos la soberanía guatemalteca —pero— pensamos que una Guatemala estable, pacífica, próspera y con instituciones fuertes favorece nuestros intereses que están siendo tocados todos los años por esa falta de esperanza” que empuja la migración, aseveró Zúñiga.
La delegación expresó que el plan de EE. UU. para la región se diferenciará del plantado por el propio Joe Biden en 2014, cuando era vicepresidente de aquel país, en que el foco de atención será la gobernanza de los países puesto que sin esta “no hay fórmula para avanzar”.
En aquel año, Biden encabezó el esfuerzo estadounidense por reducir la migración irregular que alcanzó niveles de crisis cuando miles de menores no acompañados llegaron a la frontera sur. Producto de las pláticas con los gobiernos centroamericanos, se creó el Plan Alianza para la Prosperidad, que no tuvo ningún impacto en reducir el éxodo de estos países.
Pero Zúñiga afirma que han aprendido las lecciones del pasado, por tal motivo el enfoque ahora es la gobernanza y el estado de derecho.
En ese sentido, asegura que en el viaje por Guatemala la delegación sostuvo reuniones con empresarios, quienes aseguraron que “quieren un estado de derecho”.
Zúñiga agregó que un estado de derecho favorece a toda la sociedad y el fortalecerlo no debe implicar que algunos ganen y otros pierdan. “No es cuestión de quitarle a unos para darle a otros, sino de construir oportunidades en general”, subrayó.
Finalmente, la comisión informo que dentro de las medidas de corto plazo dentro del plan migratorio de EE. UU. está la posibilidad de que las personas que huyen de la violencia y requieren asilo puedan hacerlo en la región para no arriesgarse en viajar de forma ilegal.