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Para esa fecha, los registros también alertaron sobre un incremento de casos en Sololá, El Progreso, Santa Rosa, Chimaltenango, Jutiapa, Escuintla y Jalapa. Este aumento va del 9.1 por ciento al 220 %, en comparación con la misma fecha del 2019.
Además, se advierte que en 11 áreas de Salud hay mayor riesgo de encontrar casos de niños con desnutrición aguda severa, ya que están por encima de la tasa de casos de todo el país. Se trata de Escuintla, Sacatepéquez, Chiquimula, Zacapa, San Marcos, Petén suroccidental, Izabal, Santa Rosa, El Progreso, Alta Verapaz y Chimaltenango.
El riesgo aumenta debido a que en la quincena de abril comenzará el periodo de hambre estacional, una época anual que se registra en el país y que implica que los agricultores no tengan reservas de granos básicos para comer, tampoco hay demanda de mano de obra, por lo que no tienen acceso a dinero para comprar alimentos.
Para este año, la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional proyectó en riesgo por el periodo de hambre estacional a 2.3 millones de personas.
El 2019 terminó con 15 mil 332 menores de 5 años afectados por la desnutrición aguda, un número superior a los localizados durante los cinco años previos -2014 al 2018-, según datos del Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Siinsan).
La falta de atención durante ese periodo de parte de las autoridades anteriores provocó que en algunas comunidades las familias comieran tortilla con sal una vez al día.
Acciones deben comenzar
El 28 de enero el Ejecutivo anunció la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición, una estrategia que buscar crear alianzas entre entidades de gobierno, sociedad civil y cooperantes para reducir la desnutrición crónica; sin embargo, en esa misma actividad, se anunció que debían esperar una readecuación presupuestaria para determinar las acciones contra la desnutrición aguda.
Dicha readecuación presupuestaria todavía no se concreta, debido a que el Ministerio de Finanzas espera una respuesta de la Corte de Constitucionalidad (CC) sobre el presupuesto que debe asignar a las municipalidades y a la Universidad de San Carlos.
De la respuesta de la CC depende si se reducirán o no recursos a los ministerios de Salud, Educación, Agricultura y Desarrollo Social, los cuales ejecutarían las acciones contra el hambre, explicó luego de una citación en el Congreso el ministro de Finanzas, Álvaro Gonzáles Ricci.
Se consultó a la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán) sobre las alternativas para comenzar con las acciones contra el hambre estacional, pero al cierre de esta nota no se había obtenido una respuesta.
Planes en revisión
Debido a la urgencia por atender a tiempo a las familias afectadas por el hambre estacional y evitar el incremento de casos de niños desnutridos agudos, la sociedad civil solicitó en la primera reunión del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Conasán), el 4 de febrero, que se presentara el plan de atención a este periodo, pues todavía no se habían concretado planes para la emergencia.
Después de 15 días de la solicitud ya hay indicios de la forma en que el Ejecutivo busca evitar muertes por hambre y la ejecución de las estrategias las delega a la comunidad internacional y oenegés.
El borrador del plan, documento al que tuvo acceso Prensa Libre, todavía se analiza de parte de las instituciones del Gobierno. Una fuente cercana al Ejecutivo dijo que este borrador podría tener varios cambios y debería aprobarse el 3 de marzo, cuando se efectúe la segunda reunión del Conasán.
En el borrador se aclara que un niño con desnutrición aguda severa “tiene nueve veces más riesgo de morir comparado con un niño bien nutrido” y presenta cuatro líneas de acción: Un sistema de alerta temprana en seguridad alimentaria y nutricional, la prevención de la desnutrición aguda en menores de 5 años, la asistencia técnica agropecuaria y forestal y la alimentación escolar.
El plan, de aprobarse como está el borrador, se pondrá en marcha en los departamentos que tienen índices de inseguridad alimentaria moderada a severa, pero se hará énfasis en los que tienen el índice mayor a 39 %: San Marcos, Suchitepéquez, Quiché, Alta Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango y Sololá.
Pero establece la atención a quienes perdieron sus cosechas y no se contempla a quienes no tienen tierra para cultivar y solo ofrecen la mano de obra, por lo que este sector podría quedar desatendido.
También se indica que hay intervenciones que harán las carteras de Agricultura, Salud, Desarrollo Social y Educación, pero “varias de estas acciones serán ejecutadas por la cooperación internacional y las Organizaciones no Gubernamentales por medio de sus programas y proyectos de desarrollo rural”, por lo que se delega el trabajo a estos dos sectores.
Para prevenir la desnutrición aguda se tiene contemplado fortalecer las intervenciones del programa de los Mil Días y brindar asistencia alimentaria y transferencias monetarias condicionadas a familias con niños menores de 5 años con este padecimiento.
El Ministerio de Agricultura sería el encargado de dar la asistencia con alimentos y el de Desarrollo Social de entregar las transferencias monetarias condicionadas.
Todo el plan requiere de un presupuesto de Q2 mil 732 millones 477 mil 419, según el borrador.
Prensa Libre consultó a la Instancia de Consulta y Participación Social, representantes de la sociedad civil en el Conasán, y confirmaron que ellos ya tienen una copia del borrador del plan y que también trabajan en recomendaciones.
Una de estas es que se defina en corto plazo el funcionamiento del Viceministerio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Visán) del Ministerio de Agricultura, pues es clave para la respuesta a la emergencia de inseguridad alimentaria y que este no sea cerrado.
También piden que junto a la estrategia para atender el hambre estacional se desarrolle un plan para reducir la vulnerabilidad en las áreas más recurrentes en ser afectadas.
Además, consideran que el presupuesto que se distribuye en el plan es el que cada año se asigna a los ministerios bajo programas, territorio y población objetivo ya establecidos, por lo que es importante planificar la atención al hambre estacional como una acción adicional al trabajo que ya se efectúa.
El Ejecutivo también plantea posicionar el tema de la lucha contra la desnutrición aguda con una campaña en redes sociales y los sitios web institucionales. Si el borrador se aprueba, el hashtag oficial será #PlanReducciónDA.