Esa cooperación de México a El Salvador tendrá una inversión de US$100 millones sin condicionamientos para el segundo país.
Los cultivos que serán parte del plan son maíz, café, cacao y especies forestales.
Sin bien México oficializó su apoyo, Guatemala y Honduras no estuvieron presentes en el acto celebrado en Tapachula. De hecho, la canciller guatemalteca Sandra Jovel, el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, y la esposa del presidente Jimmy Morales, Patricia Marroquín de Morales, estuvieron hoy en Texas junto al secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, para “definir acciones a tomar en materia migratoria”.
La cooperación para el Triángulo Norte Centroamericano se desprende de un plan mexicano más grande que pretende alcanzar 400 mil hectáreas en Chiapas, Campeche y Tabasco, que contempla echar mano de familias mexicanas y de migrantes centroamericanos.
En un discurso, López Obrador habló de los programas sociales de México, comenzando por Sembrando vida, el que busca imitar en el Triángulo Norte Centroamericano, y cubre 200 mil hectáreas de especies maderables; pensión a ocho millones de adultos mayores, becas a jóvenes, empleos y capacitación para los “ninis” (ni trabaja ni estudia), que llegará al millón el próximo año.
“Tenemos la confianza de que saldremos adelante y queremos hacerlo junto a nuestros hermanos centroamericanos”, dijo López Obrador.
También compartió que ha buscado persuadir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que el camino es atender las causas de la migración.
“Él ha ido entendiendo. Al principio a lo mejor no la veía como opción, alternativa. Ha costado trabajo esta labor de convencimiento, de persuadir, pero ya está en el acuerdo. Aceptó esta propuesta, que no es nada más el uso de la fuerza, no es solo medidas coercitivas, cerrar fronteras, sino entender el problema de fondo y buscar soluciones, lo que origina la migración. Esto se logró en el acuerdo”.
El acuerdo que mencionaba López Obrador es el que ambos países asumieron el 7 de junio para frenar la migración indocumentada, que consiste en atender en México a solicitantes de asilo, combatir a las bandas de tráfico de migrantes, cooperación en investigaciones, vigilancia a través de seis mil agentes de la Guardia Nacional, entre otros.
López Obrador cerró su discurso confiado en que México, Guatemala, Honduras y El Salvador sean “una región que va a dar el ejemplo de cómo llevar a la práctica la fraternidad universal porque por encima de las fronteras está la justicia y la fraternidad entre los pueblos”.
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