Mansour cita resoluciones y una petición del Consejo de Seguridad.
“El reciente anuncio del presidente Morales de su intención de revertir esta acción pondría a Guatemala en una violación del derecho internacional y de las resoluciones pertinentes”, agrega la carta.
Al respecto, la Cancillería respondió: “Dichas resoluciones no son vinculantes y cada Estado en su libertad y soberanía puede tomar las decisiones pertinentes. Esperaremos las reacciones de los miembros del Consejo de Seguridad y el trámite que le den al tema”.
Sin presiones
Apoyar a Israel y trasladar la Embajada de Guatemala de Tel Aviv a Jerusalén es una decisión “correcta y soberana” del país, enfatizó la canciller Sandra Jovel.
“Nosotros no hemos pedido nada, ni a Israel ni a EE. UU. Es la última vez que lo digo. Es una decisión de política exterior y soberana del Estado de Guatemala”, explicó Jovel.
Añadió: “Si ustedes quieren que les diga que es una cuestión religiosa, que hubo una presión, no es así. Es una decisión de política exterior tomada por el presidente, coherente con la política que se lleva con Israel desde 1947, cuando se votó para la creación del Estado. Solo estamos siendo coherentes”.
Efecto comercial
La comercialización de cardamomo por unos US$300 millones al año, que representan el 1 por ciento del producto interno bruto, estarían en riesgo si los países árabes, compradores de esa materia prima, bloquean el comercio, ante la decisión de apoyo a Israel por parte de Guatemala.
El ministro de Economía, Víctor Asturias, explicó que unas 350 mil familias dependen de ese cultivo.
“Hasta ahora es especulación. Hay que analizar algunas acciones, como buscar ampliar socios comerciales interesados en la compra de los productos, o moverse por medio de intermediarios, lo que evitaría un posible entorpecimiento al intercambio comercial que se ha tenido con los países árabes”, afirmó el funcionario.
El ministro de la Defensa, Luis Miguel Ralda, afirmó que se coordinan las medidas para evitar un ataque motivado por la decisión de trasladar la embajada a Jerusalén, aunque no hay ninguna amenaza.
“No estamos hablando de un ataque terrorista, pero estamos en la capacidad de responder. Es nuestra obligación. Se tomarán las medidas que se consideren oportunas”, enfatizó.