De 2017 a 2022, durante la gestión de Jordán Rodas, la PDH recibió ataques que le atribuía una defensa selectiva en Derechos Humanos, lo que paulatinamente generó desgaste en la institución.
Uno de los mayores momentos fue cuando Rodas presentó una acción de amparo contra la decisión del entonces presidente Jimmy Morales, cuando este declaro “non grato” al colombiano Iván Velásquez.
El tomar partido a favor de la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) le pasó factura, incluso los diputados que votaron por él comenzaron a tener dudas.
Los congresistas frenaron un eventual aumento presupuestario a la PDH por dudar del destino que Rodas daría a los fondos, y algunos buscaron su destitución sin poder conseguirla.
Rodas pasó de comisionado del Congreso a ser prácticamente un “enemigo” del Legislativo, siendo criticado por la mayoría de parlamentarios que integran la alianza oficialista.
Ahora la salida de Rodas, a criterio de expertos, deja un reto mayúsculo al nuevo magistrado de conciencia, entre ellos, mejorar la imagen de la dependencia y eliminar esa división ideológica que ahora pesa sobre la PDH.
Sin sesgos e independencia
El diputado Aníbal Rojas, vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos, se siente satisfecho con el nuevo rostro de la PDH y espera que el funcionario sea objetivo en su labor.
“Afortunadamente ya tendremos un PDH no ideologizado, un PDH que realmente vele por los intereses de todos, que verdaderamente defienda los Derechos Humanos sin distinción de ideología, eso esperamos primeramente del nuevo magistrado de conciencia”, explicó.
Rojas añadió que el rol del PDH está claro en la Constitución, señalando que este puesto no debe de ser utilizado como un “trampolín político”, recordando como el ex PDH compitió recientemente por la rectoría de la USAC.
“Yo creo que va a recibir (Córdova) una institución metida en temas ideológicos. Creo que hay mucha gente ahí encaminada en esa línea de pensamiento izquierdista y el nuevo PDH tiene que limpiar esa casa, hacer que se vayan esas personas que tienen el pensamiento del que está saliendo”, señaló.
Otro factor clave es la independencia, ya que con este principio el nuevo PDH podrá trabajar sin ataduras ni compromiso de ningún tipo, indicó Francisco Quezada del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien).
“Tiene que marcar distancia de sus electores, olvidarse de los diputados porque esto desafortunadamente se ha traducido en que algunos legisladores les piden plazas, incluso otros procuradores sean quejado de haber encontrado cooptada la procuraduría”, comentó.
Defensa humanitaria
Para Jorge Santos, director de la Unidad de Protección a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos en Guatemala (Udefegua), la carta magna es clara en el rol del magistrado de conciencia, pero considera que hay algunas acciones que merecen ser prioridad.
“Yo resaltaría la recepción e investigación de las denuncias, no es solo un acto formal sino es una acción que pretende que se cese la violación a un derecho humano, esto posiblemente le lleve enfrentarse a actores de poder y podría llevarlo a enfrentar con los grupos que formaron parte de la decisión de nombrarlo PDH”, argumentó.
El defensor considera que la PDH tiene grandes retos y que ahora Córdoba debe de enfocarse en las grandes necesidades sociales, interviniendo cuando la situación así se lo exija,
“Es el PDH quien puede interponer acciones legales para la defensa de intereses sociales como un aumento al transporte público, a la tarifa de la energía eléctrica, tema de proyectos vínculos a la industria extractiva, pueblos indígenas, clase trabajadora, etc”, refirió.
Fiscalización
El trabajo de Rodas al frente de la PDH le impidió contar con un presupuesto acorde a las necesidades de la dependencia, lo que en parte lo mantuvo atado de manos para poder trabajar, apuntan expertos.
Para Mario Fuentes Destarac, constitucionalista, el nuevo PDH tiene que priorizar una vigilancia constante sobre cualquier dependencia pública que pueda estar violando las garantías fundamentales de la población.
“El PDH debe de fiscalizar y controlar a las distintas entidades, instituciones y funcionarios en materia de Derechos Humanos, lo que se refiere a evitar delitos o violaciones a los derechos fundamentales y ante cualquier cosa canalizarlas ante el Ministerio Público”, señaló el experto en Derecho.
Quezada comparte la vigilancia pero añade que tiene que ser un ejercicio objetivo, que no se preste a considerar que se toma un partido o incluso se utiliza el cargo para futuras ambiciones políticas.
“Con la amplitud que tiene el PDH para defender las causas es cuando comienzan a responder a alguien, incluso algunos buscan un futuro o colocarse cuando terminar el cargo y la búsqueda de la USAC fue lo evidente…tiene que hacer una independencia integral”, culminó.
¿Quién es Córdova?
José Alejandro Córdova fue electo para como nuevo magistrado de conciencia para el periodo 2022 – 2027, obtuvo el apoyo de 141 diputados y tan solo 11 votaron en su contra.
Es doctor en Derecho y en Derecho Constitucional; ha sido docente universitario, formó parte del equipo legal de la Procuraduría General de la Nación (PGN) en la rama civil y ha sido asesor de magistratura en la Corte de Constitucionalidad (CC).
Así mismo fue Jefe de Relaciones Internacionales en la Dirección General de Migración y magistrado titular de salas de apelaciones en el ramo familiar y penal.
Durante su trayectoria como magistrado de Corte de Apelación fue objeto de una denuncia presentada por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) en el 2020, por su posible vinculación al Caso Comisiones Paralelas 2020, ese antejuicio terminó siendo desestimado.
Córdova asumirá este sábado 20 de agosto su rol de magistrado de conciencia, pero hasta este momento el equipo de Comunicación Social de la PDH no ha informado si habrá algún acto formal para su toma de posesión.
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