El también consultor en ciencias ambientales y ecotecnología participó entre 2012 y 2014 en el estudio para la creación de dicho relleno sanitario después de que en el lugar se había sellado una parte de siete hectáreas, y afirma que la vida útil de este debió terminar entre 2017 y 2019.
Barrientos señala que el incendio es solo “la punta del iceberg” de esta problemática, cuya principal deficiencia radica en que la gran mayoría de la población no paga por la extracción de su basura y la tira donde sea.
¿Cómo cree que se llegó hasta este gran incendio en el vertedero de Amsa?
En el 2014 se hizo un cierre técnico de una parte del vertedero de siete hectáreas que ya estaba llegando a su límite. Eso se selló, pero luego vino la expansión horizontal y se diseñó como un vertedero semi tecnificado, un relleno transitorio de no más de cinco años de vida. Digamos al 2019 tuvo que haber sido cerrado y durante ese tiempo se tenía que hacer un estudio y diseño y conseguir un lugar para hacer un relleno grande con todas las medidas de un verdadero relleno sanitario, pero no se hizo, se prolongó —la vida útil del vertedero— y de ahí el problema que se está viviendo.
¿Pero qué fue lo que pasó, qué se hacía antes y se dejó de hacer?
El vertedero ha jugado un papel importante porque la basura se había manejado relativamente bien la mayor parte de las veces. Ahora, cuando hay una crisis como esta donde hubo problemas financieros y no sé si administrativos, se abandonaron las prácticas adecuadas para su manejo y entonces el resultado es que queda la basura expuesta con mucha propensión a incendiarse y luego el metano que sale tiene mucha propensión a incendiarse.
El manejo semi tecnificado ha sido hasta cierto punto satisfactorio porque se compacta la basura y se cubre. Pero si eventualmente hay una desatención al funcionamiento y operación, y al parecer eso sucedió, entonces se provocan estos problemas.
¿Cómo nace el vertedero de Amsa?
Comenzó por un arreglo entre el gobierno central y las municipalidades para que por medio de Amsa se hiciera ese traslado de la basura de la cuenca hasta ese lugar y tenía una lógica. En ese lugar se hacían 80 toneladas de compostaje y tuvieron una recicladora por varios años hasta que se pelearon los privados con el gobierno. En su haber tiene una historia positiva. Estuvo funcionando bastante bien, se sellaron las siete hectáreas y luego se siguió expandiendo hacia adelante, pero tenía un límite porque no había mucho espacio y no se podía seguir por mucho tiempo. A mí me tocó dar algunas directrices de este relleno, pero no me consta si lo han manejado bien durante todo el tiempo, pero problemas no se habían dado hasta hace poco.
¿Es decir que el relleno ya cumplió su vida útil?
Ya lleva dos o tres años más de lo que se había planteado. Entre 2012 y 2014, la idea era hacer un estudio adecuado para trasladar el vertedero a otro lugar ya como un verdadero relleno sanitario para 25 o 30 años de vida útil, había anuencia del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para financiarlo, pero nunca se hizo, ni siquiera el estudio, hasta donde yo sé. Este incendio es solo un aviso del mal manejo de la basura en este país.
¿Cuál es su diagnóstico de cómo se maneja?
Las autoridades municipales y entes rectores como el Ministerio de Ambiente o de Salud que tienen códigos —para hacerlos cumplir— no supervisan ni controlan bien el funcionamiento de este tipo vertederos que tienen los municipios, de ahí que en el país, menos de la mitad de la basura en las ciudades se recolecta, ese es el gran problema, porque toda esa basura que no es recolectada se va a los barrancos, lago y ríos.
Este incendio es la punta del iceberg de un problema mucho mayor que es la carencia o la mala gestión de los residuos sólidos. Con esto lo que nosotros tenemos es una oportunidad de darnos cuenta de la problemática.
¿Cómo se manejan en la provincia los desechos sólidos?
No se atiende adecuadamente, y fácilmente se pueden dar incendios. En el país muchas municipalidades practican la quema intencional para poder bajar el volumen depositado, ni siquiera la entierran —la basura— para que se pueda seguir usando el relleno. Eso es una práctica común en el país y totalmente inadecuada.
¿Debería ocurrir una revolución en el aspecto ambiental para empezar a corregir el rumbo, entonces?
Sí. Tecnología eficaz hay disponible en el mundo, pero aplicarlas en nuestro medio resulta imposible, de inmediato. Habrá que pensar en tecnología más adecuada para nuestras condiciones y facilitarla a las municipalidades, que no tienen recursos, pero que lo hagan con los que tienen, con el apoyo del gobierno central y de entidades internacionales, que se les ayude para que haya una mejor gestión y manejo. Pero solo piense usted, en el interior del país la recolección no alcanza ni el 35% en las cabeceras municipales y departamentales, y en el área metropolitana se recolecta alrededor de 65 o 70 por ciento, pero el restante 35% o 40% representa entre 800 y 900 toneladas diarias de basura.
Entonces, se necesitan recursos, sí. Hay obligatoriedad de pagar por la recolección y disposición final de los residuos, no. Además, no hay una ley de residuos solidos ha habido propuestas que nunca han prosperado por intereses de distintos grupos que influencian en el Congreso. Yo he trabajado en tres, en el 2008, 2012 y 2017, pero se quedan en el aire. No hay una ley marco hay dos códigos que obligan a las municipalidades a hacerse cargo de la problemática, pero pueden hacer concesiones público-privadas para que se maneje bien, el problema es que no hay control.
¿Por qué no interesa el tema ambiental, por esos intereses o no se prioriza?
Yo diría que las dos cosas. También hay una falta de cultura de pago por los servicios públicos y luego los políticos no quieren hacer cobros para tener suficientes recursos para el manejo de la basura porque, imagínese usted, si yo obligo a pagar a todos o subo la tarifa para tener lo necesario para sufragar los gastos de recolección, transporte y disposición final de los desechos pues ya nadie va a votar por mí. Entonces ese criterio prima demasiado en las mentes de las corporaciones municipales y de alcaldes.
¿Cree que siempre se relega al ambiente a las últimas posiciones?
La gestión ambiental no es prioridad, en las instituciones gubernamentales tanto centrales como locales. Además, falta legislación, voluntad política y recursos económicos, pero también humanos, porque no hay gente capacitada en las instituciones. En las municipalidades prefieren hacer gimnasios, estadios, escuelas o centros de salud cuando eso es algo que corresponde a los ministerios.
Por lo que me dice, también falta una institucionalidad más fuerte
Exacto. No hay capacidad instalada en las municipalidades ni instituciones adecuadas, ni siquiera una ley marco. En países como en Colombia, por ejemplo, hay una institución que se encarga de eso, que regula todo lo que tiene que ver con la recolección de residuos sólidos, y fija tarifas, e incluso se podrían definir subsidios, pensando en que siempre hay pobreza en el país.
¿Cómo funciona adecuadamente un relleno sanitario?
Dentro de las soluciones que yo planteo es que hay que reciclar y reutilizar la porción mayoritaria de nuestra basura que es materia orgánica biodegradable, o sea compost, este puede ser una gran solución para los suelos degradados del país si las municipalidades y entes enargados optaran por seguir tecnologías adecuadas.