Los analistas se refirieron a la declaración de Morales sobre la persecución selectiva y la judicialización de la política.
“Mientras el presidente daba su discurso, el gobierno se desmorona”, comentó Wer, en mención de las renuncias de los ministros de Gobernación, Francisco Rivas; de Trabajo, Leticia Teleguario, y Finanzas Públicas, Julio Héctor Estrada.
“Claramente, el presidente se sigue posicionando en una línea que está en contra de la Cicig, pero al no haber podido desbaratar a la Cicig, ahora se da un punto medio que es revisar ese mandato”, dijo Wer. “No se puede ser juez y parte. No se puede pretender que un presidente o un Congreso va a evaluar ese mandato cuando son objeto mismo de todas esas investigaciones, para mí todo eso es totalmente incongruente y peligroso”, puntualizó.
Wer aseveró que el mensaje de Morales es 'que la Cicig pueda seguir, pero que investigue a todos menos a los míos'.
Wong al igual que Wer comparte sobre lo peligroso que puede ser que el Congreso y el Ejecutivo evalúen el mandato de Cicig. “Nos damos cuenta de que el discurso es redundante. Tiene mucho ver con la gente que ahorita está en el Mariscal Zavala, las mismas palabras, el mismo discurso”.
Para los expertos, la modificación del mandato de Cicig vendría a reducir el campo de investigación de Cicig. Se podría buscar eliminar la parte en la que permite a Cicig proponer reformas legales.
“Existe el peligro de que el mismo gobierno le dicte la agenda de investigación a la Cicig”, dijo Wer.
El mandatario hizo en su discurso un llamado al diálogo a todos los sectores, pero, para Wong, ese momento ya pasó, es tarde para llamar a un consenso, el malestar de los guatemaltecos ya es un hecho.
Wer, en cambio, opinó que el Gobierno más bien busca neutralizar a través del diálogo. Para Wer, la respuesta al diálogo es un sí, pero en “una mesa legítima”.