Lo anterior ocasiona, a decir de las fuentes, que el Congreso de la República mantenga deudas en materia de legislación a favor de las mujeres, por ser un tema que pasa inadvertido entre las agendas plenarias.
Esta falta de participación es histórica, pero a pesar que en el año de 1944 comenzaron a abrirse los espacios, fue hasta el año de 1952 que una mujer guatemalteca pudo participar en un proceso electoral, según datos que maneja la organización política de mujeres “Alas de Mariposa”.
En 1955 fue electa la primera mujer como congresista, y desde entonces, poco a poco las mujeres han ido ingresando al hemiciclo parlamentario, pero de una forma que a decir la organización no es equitativa.
Para la décima legislatura, el Congreso cuenta con un 20 por ciento de diputadas electas, es decir 32 de 160 diputados que tendrán sobre sus hombros la legislación del país.
Movimiento Semilla consiguió espacios para 10 diputadas; Vamos con 6; Une y Valor 4 cada bancada; Nosotros ingresó a 2 mujeres; mientras que Visión con Valores (Viva), Bienestar Nacional (Bien), Elefante, Winaq, Victoria y Voluntad Oportunidad y Solidaridad (Vos) ingresó a una parlamentaria.
De un total de 17 bancadas únicamente 11 consiguieron espacios para la mujer, Movimiento Semilla es el partido que cuenta con la mayor cantidad de congresistas porque aplicó reglas de paridad y alternancia en sus procesos de postulación internos.
Las tareas legislativas pendientes para la mujer son muchas, pero se concentran en dos temas: independencia económica y espacios de participación política.
Prioridades legislativas
Para la exdiputada Nineth Montenegro, la legislación a favor de las mujeres es una constante dentro del hemiciclo, pero considera que existen al menos dos puntos primordiales para comenzar a legislar.
“También está pendiente una ley para el emprendimiento de la mujer, que es una ley para el desarrollo de la mujer, esta es buenísima porque plantea la capacitación de la mujer para el emprendimiento, un capital semilla y poder empezar emprendimientos desde textiles hasta agropecuarios”, dijo.
Para la exparlamentaria, es más importante que el Congreso empiece a buscar alternativas que le den a la mujer guatemalteca la libertad, para no tener que depender de una pareja, y con la obtención de recursos, incluso, tener posibilidades de buscar plataformas políticas.
“Esto de la legislación a favor de la mujer siempre ha sido muy deficiente. Desde hace muchos años se está pidiendo la paridad en la ley electoral y en temas de participación, pero esto no se ha visto”, agregó Montenegro.
Para ella, es importante que la presencia que las mujeres han ido ganando en los espacios políticos sean bien utilizados, para que de esa maneja se impulsen reformas de ley positivas.
“Esto ha sido histórico de que la mujer en Guatemala no tenga incidencia en la política, es algo sumamente difícil y complejo, la ley electoral no permite una participación igualitaria y esto queda a discreción de los distintos partidos políticos”, dijo.
Otros temas
Para la analista política Lindsay Tillit, de la organización “Alas de Mariposa”, se requiere que las futuras congresistas se especialicen en la manera de legislar. “La mayoría son diputadas nuevas, sin experiencia en el tema legislativo y veos que va a ser difícil impulsar una agenda legislativa a favor de las mujeres”.
La experta remarcó que la actual legislatura, a pesar que estuvo dos años bajo la presidencia de Shirley Rivera, no impulsó una sola ley a favor de las mujeres guatemaltecas.
“En todas las legislaturas pasadas se había aprobado al menos una ley a favor del beneficio para las mujeres; Ley Contra el Femicidio, búsqueda de Mujeres Desaparecidas, direcciones municipales de la mujer y así, pero en esta novena legislatura no se tuvo ningún avance”, dijo.
Para ella, hay puntos en los que no fue posible legislar. “Temas como el solicitado Ministerio de la Mujer, la ley de desarrollo económico, la reforma a la ley electoral para la paridad e inclusión de pueblos indígenas queda totalmente pendiente, y realmente vemos muy pocas probabilidades reales de que pasen”.
La analista destaca que aunque se tenga un número reducido de mujeres, se necesita conseguir el apoyo de los legisladores hombres, ya que los beneficios que se buscan son para el bien social.
“Nosotras como organizaciones de mujeres estamos pendientes porque debemos de decir que no solo es el hecho de que haya mujeres, también se busca a hombres que se comprometan con la lucha de las mujeres, es una lucha de la sociedad y sabemos que hay hombres aliados”, concluyó.